acusadores de sócrates en la apología
{13} ¿Será una multa y prisión hasta que la haya pagado? Pero no tengo necesidad de extenderme más en mi defensa, atenienses, y lo que acabo de decir basta para hacer ver que no soy culpable, y que la acusación de Melito carece de fundamento. Es preciso de dos cosas una: o la muerte es un absoluto anonadamiento y una privación de todo sentimiento, o, como se dice, es un tránsito del alma de un lugar a otro. Es preciso persuadirle y convencerle, porque el juez no está sentado en su silla para complacer violando la ley, sino para hacer justicia obedeciéndola. Estos grandes personajes tienen el maravilloso talento, donde quiera que vayan, de persuadir a los jóvenes a que se unan a ellos, y abandonen a sus conciudadanos, cuando podrían estos ser sus maestros sin costarles un óbolo. —¿Quién es, le repliqué, de dónde es, y cuánto lleva? ENSAYO CRITICO ACERCA DE CÓMO PUEDE APLICARSE LA CRIMINOLOGIA EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL ACUSATORIO ADVERSARIAL (JUICIOS ORALES). Después de esto se despide. ¡Ah! Cantar de gesta.-…”El emperador mantiene inclinada la cabeza. Si creo en cosas demoníacas, necesariamente creo en los demonios; ¿no es así? Remontémonos, pues, al primer origen de la acusación, [52] sobre la que he sido tan desacreditado y que ha dado a Melito confianza para arrastrarme ante el tribunal. ...HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS I Me parece, atenienses, que sólo Dios es el verdadero sabio, y que esto ha querido decir por su oráculo, haciendo entender que toda la sabiduría humana no es gran cosa, o por mejor decir, que no es nada; y si el oráculo ha nombrado a Sócrates, sin duda se ha valido de mí nombre como un ejemplo, y como si dijese a todos los hombres: «el más sabio entre vosotros es aquel que reconoce, como Sócrates, que su sabiduría no es nada.». Mediante el uso de la lógica, nos muestra que dichas acusaciones son falsas, puesto que entran en contradicción consigo mismas, al no seguir las leyes de la lógica y del sentido común: “es claro que éste se contradice en la acusación. Os han prevenido contra mí en una edad, que ordinariamente es muy crédula, porque erais niños la mayor parte o muy jóvenes cuando me acusaban ante vosotros en plena libertad, sin que el acusado les contradijese; y lo más injusto es que no me es permitido conocer ni nombrar a mis acusadores, a excepción de un cierto autor de comedias. ¡Siento que este contenido no te haya sido útil! En efecto, nadie conoce la muerte, ni sabe si es el mayor de los bienes para el hombre. Cuantas veces queráis tomar el trabajo de profundizarlas, sea ahora o sea más adelante, os convenceréis plenamente de que es este el origen. Oíd lo que a mí mismo me ha sucedido, para que así conozcáis cuán incapaz soy de someterme a nadie yendo contra lo que es justo por temor a la muerte, y como no cediendo nunca, es imposible que deje yo de ser víctima de la injusticia. Cuando mis hijos sean mayores, os suplico los hostiguéis, los atormentéis, como yo os he atormentado a vosotros, si veis que prefieren las riquezas a la virtud, y que se creen algo cuando no son nada; no dejéis de sacarlos a la vergüenza, si no se aplican a lo que deben aplicarse, y creen ser lo que no son; porque así es como yo he obrado con vosotros. Si es esto lo que pretenden, confieso que soy un gran orador; pero no lo soy a su manera; porque, repito, no han dicho ni una sola palabra verdadera, y vosotros vais a saber de mi boca la pura verdad, no, ¡por Júpiter!, en una arenga vestida de sentencias brillantes y palabras escogidas, como son los discursos de mis acusadores, sino en un lenguaje sencillo y espontáneo; porque descanso en la confianza de que digo la verdad, y ninguno de vosotros debe esperar otra cosa de mí. ¿Qué hombre conocemos que sea capaz de dar lecciones sobre los deberes del hombre y del ciudadano? Protesté contra vuestro decreto, y a pesar de los oradores que se preparaban para denunciarme, a pesar de vuestras amenazas y vuestros gritos, quise más correr este peligro con la ley y la justicia, que consentir con vosotros en tan insigne iniquidad, sin que me arredraran ni las cadenas, ni la muerte. Dentro de los acusadores nuevos se encuentran el poeta Meleto, el político Ánito, y el orador Licón. Aquí tenéis una apología [59] que considero suficiente contra mis primeras acusaciones. Pero dime en nombre de Júpiter, ¿pretendes que yo no reconozco ningún Dios? Cuando por fin se yergue, resplandece de orgullo su rostro”… (Fragmento de la “canción de rolando). He aquí, atenienses, las razones de que puedo valerme para mi defensa; las demás que paso en silencio son de la misma naturaleza. Ya sabéis qué hombre era Querefon, y cuán ardiente era en cuanto emprendía. Ensayo Juicio De Nulidad Via Ordinario Y Sumario, Ensayo Sobre Los Recursos En El Juicio De Amparo, SEGURIDAD CIUDADANA Y JUICIOS ORALES EN MÉXICO Ensayo. Sesión 2. Porque yo sé sobradamente que en mí no existe semejante sabiduría, ni pequeña, ni grande. ¿Pueden todos los hombres hacerlos mejores, y que sólo uno tenga el secreto de echarlos a perder? Poeta ateniense, pieza clave en el juicio contra Sócrates. WebAcademia.edu is a platform for academics to share research papers. {10} Era preciso que el acusador obtuviese la mitad más una quinta parte de votos. Sócrates luego cierra su discurso dando a entender que las personas que lo critican no serían responsables. A mi juicio, el más grande de todos los males es hacer lo que Anito hace en este momento, que es trabajar para hacer morir un inocente. Si diciendo estas cosas corrompo la juventud, es preciso que estas máximas sean una ponzoña, porque si se pretende que digo otra cosa, se os engaña o se os impone. Yo no sé, atenienses, la impresión que habrá hecho en vosotros el discurso de mis acusadores. Dicho esto, ¿de qué soy digno? Yo no sé, atenienses, la impresión que habrá hecho en vosotros el discurso de mis acusadores. Ayudar en el alumno para tomar mejores decisiones por medio de la filosofí... Buenas Tareas - Ensayos, trabajos finales y notas de libros premium y gratuitos | BuenasTareas.com. A continuación te compartimos el resumen y análisis de la Apología de Sócrates. Si es esto lo que pretenden, confieso que soy un gran orador; pero no lo soy a su manera; porque, repito, no han dicho ni una sola palabra verdadera, y vosotros vais a saber de mi boca la pura verdad, no, ¡por Júpiter!, en una arenga vestida de sentencias brillantes y palabras escogidas, como son los discursos de mis acusadores, sino en un lenguaje sencillo y espontáneo; porque descanso en la confianza de que digo la verdad, y ninguno de vosotros debe esperar otra cosa de mí. Objetivo: “ciertamente, atenienses, es justo que yo me defienda, en primer lugar, frente a las primeras acusaciones falsas contra mí y a los primeros acusadores; después, frente a las ultimas y a los últimos”. WebLuego, Sócrates concluye su diálogo aludiendo a que no guardará rencor a quienes lo condenan. Venga lo que los dioses quieran, es preciso obedecer a la ley y defenderse. Hela aquí, poco más o menos: Sócrates es culpable, porque corrompe a los jóvenes, porque no cree en los dioses del Estado, y porque en lugar de éstos pone divinidades nuevas bajo el nombre de demonios. ¡Oh vosotros!, que me habéis condenado a muerte, quiero predeciros lo que os sucederá, porque me veo en aquellos momentos, cuando la muerte se aproxima, en que los hombres son capaces de profetizar el porvenir. Pero de todas sus calumnias, la que más me ha sorprendido es la prevención que os han hecho de que estéis muy en guardia para no ser seducidos por mi elocuencia. Tras no poder persuadir al juez, Sócrates declara que no le teme a la muerte. Puntuación media 3.6 / 5. Posteriormente, se conocen las acusaciones que Sócrates intenta refutar. {7} Tolos era la sala de despacho de los Pritaneos o senadores. ¿Y qué significa vivir siempre yo esclavo de los Once? {8} Cuando Sócrates fue condenado, Apolodoro exclamó: ¡Sócrates, lo que me aflige más es verte morir inocente! Melito responde: intencionalmente.Ahora Sócrates, descarga su furia contra Melito, haciendo ver que si él corrompe a la juventud, de manera intencional, se estaría exponiendo a que ellos mismos lo dañaran luego y por lo tanto, se estaría dañando a sí mismo. No puedo hoy persuadiros de ello, porque el tiempo que me queda es muy corto. Le vuelve a plantear la pregunta y contesta Los Jueces (Jueces y Leyes están en absoluta concordancia).Sócrates sabía que Melito nunca contestaría la respuesta que él quería “el filósofo”. Meleto : Es el acusador en nombre de todos los poetas al cual Sócrates acudió para confirmar que no poseían sabiduría. Temo más a estos que a Anito y sus cómplices{1}, aunque sean estos últimos muy elocuentes; pero son aquellos mucho más temibles, por cuanto, compañeros vuestros en su mayor parte desde la infancia, os han dado de mí muy malas noticias, y os han dicho, que hay un cierto Sócrates, hombre sabio que indaga lo que pasa en los cielos y en las entrañas de la tierra y que sabe convertir en buena, una mala causa. Tened presente, atenienses, porque os refiero todas estas cosas; pues es únicamente para haceros ver de donde proceden esos falsos rumores, que han corrido contra mí. De suerte, atenienses, que tengo parientes y tengo tres hijos, de los cuales el mayor está en la adolescencia y los otros dos en la infancia, y sin embargo, no les haré comparecer aquí para comprometeros a que me absolváis. Por consiguiente, puesto que yo creo en los demonios, según tu misma confesión, y que los demonios son dioses, he aquí la prueba de lo que yo decía, de que tú nos proponías enigmas para divertirte a mis expensas, diciendo que no creo en los dioses, y que, sin embargo, creo en los dioses, puesto que creo en los demonios. Entregaremos además una breve descripción de la biografía de sócrates, desde que nace hasta su muerte. Quizá presentándose a su espíritu esta diferencia, les agriará contra mí, y dando en tal situación su voto, le darán con indignación. Su principal factor era la sinceridad de Sócrates mantener su postura comportándose igual que a lo largo de su … A este hombre le daré una respuesta muy decisiva, y le diré que se engaña mucho al creer que un hombre de valor tome en cuenta los peligros de la vida o de la muerte. Si en justicia es preciso adjudicarme una recompensa digna de mí, esta es la que merezco, el ser alimentado en el Pritaneo. ¿Es según tu denuncia, enseñándoles a no reconocer los dioses que reconoce la patria, y enseñándoles además a rendir culto, bajo el nombre de demonios, a otras divinidades? En su defensa, Sócrates argumenta que jamás ha hecho discursos religiosos. {2} Se llamaban así los poetas que hacían himnos en honor de Baco. Webprimeros acusadores? Esto equivale a lo anterior, porque no tengo con qué pagarla. ¿No sucede esto mismo con todos los animales? —Cuál es mejor, ¿habitar con hombres de bien o habitar con pícaros? Considerad, atenienses, que yo tengo que habérmelas con dos suertes de acusadores, como os he dicho: los que me están acusando ha mucho tiempo, y los que ahora me citan ante el tribunal; y creedme, os lo suplico, es preciso que yo responda por lo pronto a los primeros, porque son los primeros a quienes habéis oído y han producido en vosotros más profunda impresión. Es justo que comience por responder a mis primeros acusadores, y por refutar las primeras acusaciones, antes de llegar a las últimas que se han suscitado contra mí. Primeramente le cuestiona ¿quién es la persona capaz de hacer mejores a los jóvenes? Sócrates revela que los poetas, políticos, y oradores, creen saber más de lo que saben. Así, atenienses, he aquí una prueba evidente, como os decía antes, de que Melito [63] jamás ha tenido cuidado de estas cosas, jamás ha pensado en ellas. ¿Es así, sí o no? Se levantará contra vosotros y os reprenderá un gran número de personas, que han estado contenidas por mi presencia, aunque vosotros no lo apercibíais; pero después de mi muerte serán tanto más importunos y difíciles de contener, cuanto que son más jóvenes; y más os irritareis vosotros, porque si creéis que basta matar a unos para impedir que otros os echen en cara que vivís mal, os engañáis. No os incomodéis, atenienses, si al parecer os hablo de mí mismo demasiado ventajosamente; nada diré que proceda de mí, sino que lo atestiguaré con una autoridad digna de confianza. Lo ves ahora, Melito; tú callas; estás perplejo, y no sabes qué responder. ¿No es verdad que los malos hacen siempre mal a los que están cerca de ellos y los buenos hacen siempre algún bien a los que con ellos viven? Y si los demonios son hijos de los dioses, hijos bastardos, si se quiere, puesto que se dice que han sido habidos de ninfas o de otros seres mortales, ¿quién es el hombre que pueda creer que hay hijos de dioses, y que no hay dioses? Sí, sin duda; porque tomo tu silencio por un consentimiento. Sócrates comienza desmintiendo las acusaciones en su defensa y que él hablara siempre con la verdad. Pero tú, con intención. Apología de Sócrates es una obra escrita por Platón, discípulo de Sócrates, en donde se recoge la apología/discurso que Sócrates pronunció para … Porque tengo muchos acusadores cerca de vosotros hace muchos años, los cuales nada han dicho que no sea falso. A Sócrates le dicen las acusaciones por las que le han llevado a juicio. Con respecto a mí, me atengo a mi castigo, y ellos se atendrán al suyo. Ayuden porfavor :c Ayuden porfavor :c Ayuden porfavor :c Ayuden porfavor :c Ayuden porfavor :c A Porque sería una gran fortuna y gran ventaja para la juventud, que sólo hubiese un hombre capaz de corromperla, y que todos los demás la pusiesen en buen camino. To browse Academia.edu and the wider internet faster and more securely, please take a few seconds to upgrade your browser. Si bien es condenado por su soberbia, en realidad nunca traicionó sus principios. ¿Por qué no lo haré? Quizá algunos de entre vosotros creerán que yo no hablo seriamente, pero estad persuadidos de que no os diré más que la verdad. Yo te pregunto quién es el hombre; porque es claro que la primer cosa que este hombre debe saber son las leyes. Se divide en 3 partes, la primera, que narra la defensa de Sócrates, la segunda y tercera, referidas a su condena y muerte. Quizá me dirá alguno: ¿No tienes remordimiento, Sócrates, en haberte consagrado a un estudio que te pone en este momento en peligro de muerte? INTRODUCCIÓN: Ineficiencia y arbitrariedad en el sistema penal en México 1 Dos ejemplos sirvan de, 1.El Sistema de Residencia La residencia, que tiene su origen en el derecho romano, se consagra en las Siete Partidas y en otros cuerpos legales, JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO PRIMERA PARTE VIA TRADICIONAL 1. En lugar de que si [82] hubieseis tenido un tanto de paciencia, mi muerte venía de suyo, y hubieseis conseguido vuestro objeto, porque ya veis que en la edad que tengo estoy bien cerca de la muerte. Os lo anuncio, vosotros que me hacéis morir, vuestro castigo no tardará, cuando yo haya muerto, y será, ¡por Júpiter!, más cruel que el que me imponéis. WebApología Apología de Sócrates. Porque si, al dejar los jueces prevaricadores de este mundo, se encuentran en los infiernos los verdaderos jueces, que se dice que hacen allí justicia, Mines, Radamanto, Eaco, Triptolemo y todos los demás semidioses que han sido justos durante su vida, ¿no es este el cambio más dichoso? Al cabo respondes, pero es preciso que los jueces te fuercen a ello. En efecto, ni Anito, ni Melito pueden causarme mal alguno, porque el mal no puede nada contra el hombre de bien. [74]. La reputación que yo haya podido adquirir, no tiene otro origen que una cierta sabiduría que existe en mí. Regístrate para leer el documento completo. Verdaderamente, ¡buena desgracia es la mía! {5} Sócrates se distinguió por su valor en los dos primeros sitios, y en la batalla de Delio salvó la vida a Xenofonte, su discípulo, y a Alcibíades. De esta indagación, atenienses, han oído contra mí todos estos odios y estas enemistades peligrosas, que han producido todas las calumnias que sabéis, y me han hecho adquirir el nombre de sabio; porque todos los que me escuchan creen que yo sé todas las cosas sobre las que descubro la ignorancia de los demás. Voy a explicaros lo que tanto me ha desacreditado y ha hecho mi nombre tan famoso. ¿Cuáles son las causas de procedencia? Es una verdad constante, atenienses, que todo hombre que ha escogido un puesto que ha creído honroso, o que ha sido colocado en él por sus superiores, debe mantenerse firme, y no debe temer ni la muerte, ni lo que haya de más terrible, anteponiendo a todo el honor. Por otra parte, éstos no tienen necesidad de este socorro, y yo la tengo. En fin, fui en busca de los artistas. Muerto yo, atenienses, no encontrareis fácilmente otro ciudadano que el Dios conceda a esta ciudad (la comparación os parecerá quizá ridícula) como a un corcel noble y generoso, pero entorpecido por su misma grandeza, y que tiene necesidad de espuela que le excite y despierte. ¡Qué placer el poder comparar mis aventuras con las suyas! Luego, Sócrates determina el orden en que llevará a cabo su defensa. Orador y político ateniense, que al igual que los anteriores, también acusa a Sócrates. Ven acá, Melito, dime: ¿ha habido nada que te haya preocupado más que el hacer los jóvenes lo más virtuosos posible? Dice que soy culpable porque corrompo la juventud; y yo, atenienses, digo que el culpable es Melito, en cuanto, burlándose de las cosas serias, tiene la particular complacencia de arrastrar a otros ante el tribunal, queriendo figurar que se desvela mucho por cosas por las que jamás ha hecho ni el más pequeño sacrificio y voy a probároslo. Y si entre ellos hay algunos que se han hecho hombres de bien o pícaros, no hay que alabarme ni reprenderme por ello, porque no soy yo la causa, puesto que jamás he prometido enseñarles nada, y de hecho nada les he enseñado; y si alguno se alaba de haber recibido lecciones privadas u oído de mí cosas distintas de las que digo públicamente a todo el mundo, estad persuadidos de que no dice la verdad. Ya veo que este punto es de los más [81] difíciles para hacerlo comprender a alguno de vosotros, porque si os digo que callar en el destierro sería desobedecer a Dios, y que por esta razón me es imposible guardar silencio, no me creeríais y miraríais esto como una ironía; y si por otra parte os dijese que el mayor bien del hombre es hablar de la virtud todos los días de su vida y conversar sobre todas las demás cosas que han sido objeto de mis discursos, ya sea examinándome a mí mismo, ya examinando a los demás, porque una vida sin examen no es vida, aún me creeríais menos. Después se despide. Análisis Los acusadores. ¿Qué quiere, pues, decir, al declararme el más sabio de los hombres? WebEl juicio de Sócrates se refiere al juicio y posterior ejecución del filósofo ateniense Sócrates en 399 a. C. Sócrates fue enjuiciado y condenado por los tribunales del gobierno … Sorry, preview is currently unavailable. WebPrincipales acusadores de Sócrates son: Añito, Meleto, y Lacón. Academia.edu uses cookies to personalize content, tailor ads and improve the user experience. Yo no sé, atenienses, la impresión que habrá hecho en vosotros el discurso de mis acusadores. WebApología de Sócrates es una obra de Platón, que da una versión del discurso que Sócrates pronunció como defensa, ante los tribunales atenienses, en el juicio en el que se le … Web1°) Se lo acusa a socrates de ser un impío por tener una curiosidad criminal,quiere entrometerse en lo que pasa dentro de los cielos y la tierra, convirtiendo en mala una … No os enfadéis, os suplico, si no os oculto nada; todo hombre que quiera oponerse franca y generosamente a todo un pueblo, sea el vuestro o cualquiera otro, y que se empeñe en evitar que se cometan iniquidades en la república, no lo hará jamás impunemente. ¿Hay alguno que quiera más recibir mal que bien? Para esto examiné las obras suyas que me parecieron mejor trabajadas, y les pregunté lo que querían decir, y cuál era su objeto, para que me sirviera de instrucción. Todo el poder de estos treinta tiranos, por terrible que fuese, no me intimidó, ni fue bastante para que me manchara con tan impía iniquidad. La examinaremos punto por punto. Pero quizá habrá alguno entre vosotros, que acordándose de haber estado en el puesto en que yo me hallo, se irritará contra mí, porque peligros mucho menores los ha conjurado, suplicando a sus jueces con lágrimas, y, para excitar más la compasión, haciendo venir aquí sus hijos, sus parientes y sus amigos, mientras que yo no he querido recurrir a semejante aparato, a pesar de las señales que se advierten de que corro el mayor de todos los peligros. Un día, habiendo partido para Delfos, tuvo el atrevimiento de preguntar al oráculo (os suplico que no os irritéis de lo que voy a decir), si había en el mundo un hombre más sabio que yo; la Pythia le respondió, que no había ninguno. REPOSITORIO INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO CEMLAD, Derecho, Argumentación, Interpretación y Decisión "Derecho y Argumentación", La Apología de Socrates como Teoría del Rumor, Marco Tulio Ciceron - Bruto o de los ilustres oradores, Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 1, Madrid 1871, "Apología de Sócrates", Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, Platon - Apologia de Socrates libro filosofico, Diogenes, Laercio; Vida de los filósofos ilustres, Foucault Michel El Gobierno De Si Y De Los Otros Sicario Infernal, Dialogos Platon Apologia, Criton, Eutifron, Ion, Lisis, Carmides, Hipias Menor, Hipias Mayor, Laques, Protagoras, Foucault Michel El gobierno de si y de los otros, Platón – Apología de Sócrates Platón Apología de Sócrates, Filosofía para la Vida | Biblioteca Virtual, ISÓCRATES DISCURSOS I INTRODUCCIÓN, TRADUCCIÓN Y NOTAS DE, UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES, Foucault_Michel_El_gobierno_de_si_y_de_los_otros.pdf, VIDAS DE LOS FILÓSOFOS MÁS ILUSTRES D I O G E N E S L A E R C I O, 2009 Foucault Michel - El Gobierno De Si Y De Los Otros.PDF, M. TVLLI CICERONIS : BRVTVS. No digo esto por todos los jueces, sino tan sólo por los que me han condenado a muerte, y a ellos es a quienes me dirijo. Sin embargo, todos son declarados culpables por 281 votos contra 220 votos a su favor. 13. Al hacerlo, ofendió a segmentos importantes de la sociedad. Si me concedéis esta gracia, lo mismo yo que mis hijos no podremos menos de alabar vuestra justicia. Le refuta sus alegatos y los aniquila con sus preguntas. Dicha apología representa uno de los discursos más famosos del que es considerado, uno de los más grandes filósofos griegos. No sería propio de mi edad, venir, atenienses, ante vosotros como un joven que hubiese preparado un discurso. Desarrollar las acusaciones que se tienen en el juicio en contra de sócrates y como él enfrenta las acusaciones. Estando convencidísimo de que no he hecho daño a nadie, ¿cómo he de hacérmelo a mí mismo, confesando que merezco ser castigado, e imponiéndome a mí mismo una pena? muchos problemas hasta llegar al grado de ser condenado. Escuchadme, pues. Alguno de vosotros incidirá quizá: —Pero Sócrates, ¿qué es lo que haces? Quizá parecerá absurdo que me haya entrometido a dar a cada uno en particular lecciones, y que jamás me haya atrevido a presentarme en vuestras asambleas, para dar mis consejos a la patria. Texto: Platón, Apología de Sócrates. Por lo pronto soy extraño al lenguaje que aquí se habla. Por testigo de mi sabiduría os daré al mismo Dios de Delfos, que os dirá si la tengo, y en qué consiste. No, ¡por Júpiter!, atenienses, no lo cree, porque dice que el sol es una piedra y la luna una tierra. Habla; veamos quién es. Sucede muchas veces en los combates, que se puede salvar la vida muy fácilmente, arrojando las armas y pidiendo cuartel al enemigo, y lo mismo sucede en todos los demás peligros; hay mil expedientes para evitar la muerte; cuando está uno en posición de poder decirlo todo o hacerlo todo. He aquí de qué manera hablaré a los jóvenes y a los viejos, a los ciudadanos y a los extranjeros, pero principalmente a los ciudadanos; porque vosotros me tocáis más de cerca, porque es preciso que sepáis que esto es lo que el Dios me ordena, y estoy persuadido de que el mayor bien, que ha disfrutado esta ciudad, es este servicio continuo que yo rindo al Dios. En primer lugar... ...Un aspecto destacable del texto, a mi modo de ver, es la manera con la que Sócrates se defiende ante los cargos por los que es juzgado, derribándolos uno a uno. Estudiante: Juan Felipe Criollo ¡Qué trabajo ha costado arrancarte esta confesión! Respecto a mí, atenienses, quizá soy en esto muy diferente de todos los demás hombres, y si en algo parezco más sabio que ellos, es porque no sabiendo lo que nos espera más allá de la muerte, digo y sostengo que no lo sé. Recuento de votos: 12, ¡Hasta ahora no hay votos! Todos conocéis a Querefon, mi compañero en la infancia, como lo fue de la mayor parte de vosotros, y que fue desterrado con vosotros, y con vosotros volvió. Después de estos grandes hombres de Estado me fui a los poetas, tanto a los que hacen tragedias como a los poetas ditirámbicos{2} y otros, no dudando que con ellos se me cogería in fraganti, como suele decirse, encontrándome más ignorante que ellos. No hay nadie, excelente Melito. Sé el primero en puntuar. La que es a la vez muy decente y muy fácil es, no cerrar la boca a los hombres, sino hacerse mejor. No son las palabras, atenienses, las que me han faltado; es la impudencia de no haberos dicho cosas que hubierais gustado mucho de oír. La Apología de Sócrates es uno de los textos más famosos y admirados de la literatura mundial. Era nativo del demo de Piteas y aún no era casi conocido hasta que hizo la acusación contra Sócrates, aunque es mencionado por Aristófanes, quien dice que en su juventud habría escrito alguna obra. ¿Hay quien crea que hay reglas para enseñar a los caballos, y que no hay caballos? Ya sean viejas o nuevas, siempre es cierto por tu voto propio, que yo creo en cosas tocantes a los demonios, y así lo has jurado en tu acusación. WebEn su Apología de Sócrates, Platón recogió lo esencial de la defensa que Sócrates hizo de sí mismo en su propio juicio, y que se basó en una valiente reivindicación de toda su … Este demonio se ha pegado a mí desde mi infancia; es una voz que no se hace escuchar sino cuando quiere separarme de lo que he resuelto hacer, porque jamás me excita a emprender nada. Porque él no miente. ¿Y no te parece esto vergonzoso? Una prueba evidente de ello es que si yo no hubiese de realizar hoy algún bien, el Dios no hubiera dejado de advertírmelo como acostumbra. Con respecto a mí, confieso que me he desconocido a mí mismo; tan … Trad. Porque si alguno, después de haber pasado una noche muy tranquila sin ninguna inquietud, sin ninguna turbación, sin el menor sueño, la comparase con todos los demás días y con todas las demás noches de su vida, y se le obligase a decir en conciencia cuántos días y noches había pasado que fuesen más felices que aquella noche; estoy persuadido de que no sólo un simple particular, si no el mismo gran rey, encontraría bien pocos, y le sería muy fácil contarlos. En la Apología de Sócrates nos describe sobre la vida que el llevo y sus diferentes procesos En lugar de esto, explica a los jueces lo positivo de su proceder. 244-269. Por lo mismo yo no temeré ni huiré nunca de males que no conozco y que son quizá verdaderos bienes; pero temeré y huiré siempre de males que sé con certeza que son verdaderos males. Pero continúa respondiéndome. Especificar cómo sócrates enfrentó dichas acusaciones. Veo muchos que están presentes, como Criton, que es de mi pueblo y de mi edad, padre de Critobulo, que aquí se halla; Lisanias de Sfettios, padre de Esquines, también presente; Antifon, también del pueblo de Cefisa y padre de Epigenes; y muchos otros, cuyos hermanos han estado en relación conmigo, como Nicostrates, hijo de Zotidas y hermano de Teodoto, que ha muerto y que por lo tanto no tiene necesidad del socorro [75] de su hermano. Quizá confirmaríais mi sentencia. Esta manera de libertarse de sus censores ni es decente, ni posible. Con respecto a mí, confieso que no me he … [61]. En fin, no estoy acostumbrado a juzgarme acreedor a ninguna pena. Estos son acusadores que han dicho rumores sobre Sócrates durante años. Sabían cosas que yo ignoraba, y en esto eran ellos más sabios que yo. Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él. Dicho esto no tengo nada que añadir. Pero, repito, [60] excelente Melito, ¿quién es el que puede hacer mejores a los jóvenes? {12} Los ciudadanos de grandes servicios eran mantenidos en el Pritaneo con los cincuenta senadores en ejercicio. A mi entender parece, atenienses, que Melito es un insolente, que no ha intentado esta acusación sino para insultarme, con toda la audacia de un imberbe, porque justamente sólo ha venido aquí para tentarme y proponerme un enigma, diciéndose a sí mismo: —Veamos, si Sócrates, este hombre que pasa por tan sabio, reconoce que burlo y que digo cosas que se contradicen, o si consigo engañar, no sólo a él, sino a todos los presentes. En este momento, atenienses, no es en manera alguna por amor a mi persona por lo que yo me defiendo, y sería un error el creerlo así; sino que es por amor a vosotros; porque condenarme sería ofender al Dios y desconocer el presente que os ha hecho. Sócrates recomienda que se le condene la pena de muerte a cambio de 30 minas. WebTrabajo Práctico: Apología de Sócrates 1) Completen los siguientes datos respecto al comienzo de la apología. [54]. [78], (Terminada la defensa de Sócrates, los jueces, que eran 556, procedieron a la votación y resultaron 281 votos en contra y 275 en favor; y Sócrates, condenado por una mayoría de seis votos, tomó la palabra y dijo:). ¿Será quizá una prisión perpetua? WebEl conocimiento, la ética, la moral, la antropologia, la educación, la sociedad: son los temas que deben ser abordados sabiendo que, aunque enanos, estamos subidos a los hombros de los gigantes para ver mas lejos y los problemas que vivimos en nuestros dias. {1} Los últimos acusadores de Sócrates fueron Anito, que murió después lapidado en el Ponto, Licon, que sostuvo la acusación, y Melito. ¿Y qué es lo que conviene a un hombre pobre, que es vuestro bienhechor, y que tiene necesidad de un gran desahogo para ocuparse en exhortaros? Convertir el argumento más débil en el más fuerte. No es porque no tenga por muy bueno el poder instruir a los hombres, como hacen Gorgias de Leoncio, Prodico de Ceos e Hippias de Elea. By using our site, you agree to our collection of information through the use of cookies. También reacciona ante quienes lo acusan de ser un hombre peligroso. Sin embargo, el pensamiento de Sócrates era que ser sabio implica reconocer que no se sabe nada. Esto es tan absurdo como creer que hay mulos nacidos de caballos y asnos, y que no hay caballos ni asnos. La Divinidad no puede mentir. ¿Entre vosotros y yo, quién lleva la mejor parte? Él fue el encargado de plasmar el discurso que Sócrates pronunció durante su juicio en Grecia. Por esta razón, la única gracia, atenienses, que os pido es que cuando veáis que en mi defensa emplee [50] términos y maneras comunes, los mismos de que me he servido cuantas veces he conversado con vosotros en la plaza pública, en las casas de contratación y en los demás sitios en que me habéis visto, no os sorprendáis, ni os irritéis contra mí; porque es esta la primera vez en mi vida que comparezco ante un tribunal de justicia, aunque cuento más de setenta años. Todos aquellos que por envidia o por malicia os han inoculado todas estas falsedades, y los que, persuadidos ellos mismos, han persuadido a otros, quedan ocultos sin que pueda yo llamarlos ante vosotros ni refutarlos; y por consiguiente, para defenderme, os preciso que yo me bata, como suele decirse, con una sombra, y que ataque y me defienda sin que ningún adversario aparezca. Y así como si fuese yo un extranjero, me disimularíais que os hablase de la manera y en el lenguaje de mi país, en igual forma exijo de vosotros, y creo justa mi petición, que no hagáis aprecio de mi manera de hablar, buena o mala, y que miréis solamente, con toda la atención posible, si os digo cosas justas o no, porque en esto consiste toda la virtud del juez, como la del orador: en decir la verdad. He aquí la acusación. La Apología de Sócrates está dividida en tres partes. De acuerdo con diversos autores, la sucesión es el proceso de. Verdaderamente si fuese rico, me condenaría a una multa tal, que pudiera pagarla, porque esto no me causaría ningún perjuicio; pero no puedo, porque nada tengo, a menos que no queráis que la multa sea proporcionada a mi indigencia, y en este concepto podría extenderme hasta una mina de plata, y a esto es a lo que yo me condeno.
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