resumen de la enciclica la alegría del amor
[3] Discurso en la clausura de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (24 octubre 2015): L’Osservatore Romano,ed. Es un valor que puede promover las distintas capacidades y la espontaneidad, pero que, mal orientado, puede crear actitudes de permanente sospecha, de huida de los compromisos, de encierro en la comodidad, de arrogancia. Con esta actitud de constante apertura se pueden afrontar muchas situaciones difíciles. Por ello, vale la pena recordar la enseñanza de san Juan Pablo II, quien afirmaba que la previsibilidad de una nueva caída «no prejuzga la autenticidad del propósito»: Carta al Card. Dado en Roma, junto a San Pedro, en el Jubileo extraordinario de la Misericordia, el 19 de marzo, Solemnidad de San José, del año 2016, cuarto de mi Pontificado. [307] De sancta virginitate, 7, 7: PL 40, 400. Dice la Palabra de Dios que «quien aborrece a su hermano está en las tinieblas» (1 Jn 2,11), «permanece en la muerte» (1 Jn 3,14) y «no ha conocido a Dios» (1 Jn 4,8). Por eso mismo, la familia «ha sido siempre el “hospital” más cercano» [384]. •El Evangelio de la Familia también es “buna noticia” para el hombre de hoy. El amor de amistad unifica todos los aspectos de la vida matrimonial, y ayuda a los miembros de la familia a seguir adelante en todas las etapas. Lo que importa es el amor que os une, fortalecido y santificado por la gracia. Lc 7,36-50). En la medida en que los esposos traten de escuchar más en su conciencia a Dios y sus mandamientos (cf. Los vínculos se van deteriorando y se va consolidando un aislamiento que daña la intimidad. Es el anuncio principal, «ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra» [52]. El amor nos lleva a una sentida valoración de cada ser humano, reconociendo su derecho a la felicidad. La Iglesia posee una sólida reflexión acerca de los condicionamientos y circunstancias atenuantes. La formación ética despierta a veces desprecio debido a experiencias de abandono, de desilusión, de carencia afectiva, o por una mala imagen de los padres. El acompañamiento debe alentar a los esposos a ser generosos en la comunicación de la vida. Mt 13,3-9), nuestra tarea es cooperar en la siembra: lo demás es obra de Dios. Las consecuencias negativas desde el punto de vista de la organización social son evidentes: de la crisis demográfica a las dificultades educativas, de la fatiga a la hora de acoger la vida naciente a sentir la presencia de los ancianos como un peso, hasta el difundirse de un malestar afectivo que a veces llega a la violencia. Ex 12,26-27; Dt 6,20-25), y luego fue explicitado en la haggadah judía, o sea, en la narración dialógica que acompaña el rito de la cena pascual. Ha presentado una encíclica con las … Por esto, las comunidades cristianas no deben dejar solos a los padres divorciados en nueva unión. [119] Catequesis (2 abril 2014): L’Osservatore Romano,ed. Jesús «espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 49. El Concilio Vaticano II lo expresó diciendo que «un tal amor, asociando a la vez lo humano y lo divino, lleva a los esposos a un don libre y mutuo de sí mismos, comprobado por sentimientos y actos de ternura, e impregna toda su vida» [126]. Hace falta destacar que esas palabras no pueden ser reducidas al presente; implican una totalidad que incluye el futuro: «hasta que la muerte los separe». La educación sexual debe ayudar a aceptar el propio cuerpo, de manera que la persona no pretenda «cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma» [305]. También se debe hacer ver que “estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2370), insistiendo siempre en que los hijos son un maravilloso don de Dios, una alegría para los padres y para la Iglesia. Sin embargo, ese aislamiento no brinda más paz y felicidad, sino que cierra el corazón de la familia y la priva de la amplitud de la existencia. Jesús mismo nace en una familia modesta que pronto debe huir a una tierra extranjera. Los profesionales, en especial quienes tienen experiencia de acompañamiento, ayudan a encarnar las propuestas pastorales en las situaciones reales y en las inquietudes concretas de las familias. Por eso, la Palabra de Dios nos exhorta: «Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad» (Ef 4,31). El don del amor divino que se derrama en los esposos es al mismo tiempo un llamado a un constante desarrollo de ese regalo de la gracia. Amoris Laetitia » (AL- « La alegría del amor »), exhortación apostólica post-sinodal, o sea escrita después del Sínodo “sobre el amor en la familia”, que no por cuestión de azar tiene la fecha del 19 de marzo, día de la Solemnidad de San José, y junta los resultados o conclusiones de los dos sínodos sobre la familia convocados por el … A veces se trata de cosas pequeñas, poco trascendentes, pero lo que altera los ánimos es el modo de decirlas o la actitud que se asume en el diálogo. semanal en lengua española, 8 de abril de 1994, p. 11. [384] Catequesis (10 junio 2015): L’Osservatore Romano,ed. Un agradecimiento especial hay que dirigirlo a las asociaciones y movimientos familiares que trabajan en favor de los ancianos, en lo espiritual y social […] En las sociedades altamente industrializadas, donde su número va en aumento, mientras que la tasa de natalidad disminuye, estos corren el riesgo de ser percibidos como un peso. WebResumen de LA ALEGRIA DEL AMOR Una ... Ficha técnica de LA ALEGRIA DEL AMOR Nº de páginas: 288. A veces me admira, por ejemplo, la actitud de personas que han debido separarse de su cónyuge para protegerse de la violencia física y, sin embargo, por la caridad conyugal que sabe ir más allá de los sentimientos, han sido capaces de procurar su bien, aunque sea a través de otros, en momentos de enfermedad, de sufrimiento o de dificultad. Es un querer más hondo, con una decisión del corazón que involucra toda la existencia. Es el misterio que tanto fascinó a Francisco de Asís, a Teresa del Niño Jesús y a Carlos de Foucauld, del cual beben también las familias cristianas para renovar su esperanza y su alegría. Cada uno es único e irrepetible […] Se ama a un hijo porque es hijo, no porque es hermoso o porque es de una o de otra manera; no, porque es hijo. [391] Sobre los aspectos sociales de la familia: cf. En poco más de 26 años de pontificado, Juan Pablo II publicó 14 encíclicas, el Papa Benedicto XVI escribió solo tres en ocho años. Puesto que estamos hechos para amar, sabemos que no hay mayor alegría que un bien compartido: «Da y recibe, disfruta de ello» (Si 14,16). Pienso también en el temor que despierta la perspectiva de un compromiso permanente, en la obsesión por el tiempo libre, en las relaciones que miden costos y beneficios y se mantienen únicamente si son un medio para remediar la soledad, para tener protección o para recibir algún servicio. Lo esencial de La Alegría del Amor (Amoris Laetitia Papa Francisco) Felipe Monroy. Las posibilidades para los jóvenes son pocas y la oferta de trabajo es muy selectiva y precaria. También aquí citaré varios aportes presentados por los Padres sinodales en sus consideraciones sobre la luz que nos ofrece la fe. Es inolvidable la escena pintada en el Apocalipsis: «Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me abre, entraré y comeremos juntos» (3,20). Curémonos, contengámonos y estimulémonos unos a otros, y vivámoslo como parte de nuestra espiritualidad familiar. ¡Cuánta ternura hay en ello! Por eso, «la fraternidad en la familia resplandece de modo especial cuando vemos el cuidado, la paciencia, el afecto con los cuales se rodea al hermanito o a la hermanita más débiles, enfermos, o con discapacidad» [221]. Tampoco hay que olvidar que la Iglesia que predica sobre la familia es signo de contradicción» [226], pero los matrimonios agradecen que los pastores les ofrezcan motivaciones para una valiente apuesta por un amor fuerte, sólido, duradero, capaz de hacer frente a todo lo que se le cruce por delante. El camino ordinario es proponer pequeños pasos que puedan ser comprendidos, aceptados y valorados, e impliquen una renuncia proporcionada. [386] Discurso en la Fiesta de las Familias y vigilia de oración en Filadelfia (26 septiembre 2015): L’Osservatore Romano,ed. Esta amistad peculiar entre un hombre y una mujer adquiere un carácter totalizante que sólo se da en la unión conyugal. Se comparte todo, aun la sexualidad, siempre con el respeto recíproco. resumen de la carta apostolica del santo padre. El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar. En la familia, también esto debe ser motivo de diálogo y de acuerdos, que permitan dar prioridad al encuentro de sus miembros sin caer en prohibiciones irracionales. Las madres transmiten a menudo también el sentido más profundo de la práctica religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que aprende un niño […] Sin las madres, no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo. Así, en medio de un conflicto no resuelto, y aunque muchos sentimientos confusos den vueltas por el corazón, se mantiene viva cada día la decisión de amar, de pertenecerse, de compartir la vida entera y de permanecer amando y perdonando. [383] Conc. Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de hospitalidad, que hagan sentir al anciano parte viva de su comunidad. Quien ama, no sólo evita hablar demasiado de sí mismo, sino que además, porque está centrado en los demás, sabe ubicarse en su lugar sin pretender ser el centro. Esto se vive y se cultiva en medio de la vida que comparten todos los días los esposos, entre sí y con sus hijos. Deus caritas est (25 diciembre 2005), 5: AAS 98 (2006), 221. Los actos de amor pasan a través del don del nombre personal, el lenguaje compartido, las intenciones de las miradas, las iluminaciones de las sonrisas. Pero, al mismo tiempo, no podemos ignorar la necesidad que tienen los niños de la presencia materna, especialmente en los primeros meses de vida. De cualquier manera, debo decir que el camino sinodal ha contenido una gran belleza y ha brindado mucha luz. Ya está. No importa si es un estorbo para mí, si altera mis planes, si me molesta con su modo de ser o con sus ideas, si no es todo lo que yo esperaba. 6 Tiempo de lectura. [283] Catequesis (17 junio 2015): L’Osservatore Romano, ed. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 44.47: AAS 105 (2013), 1038.1040. Orar por ellos «puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor» [286]. Gn 1,26), misterio del que brota todo amor verdadero. De todos modos, recordemos que este discernimiento es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena. Para dar un sencillo ejemplo, recuerdo el día de san Valentín, que en algunos países es mejor aprovechado por los comerciantes que por la creatividad de los pastores. Mc 1,10-11). Esta Encíclica se trata de la primera carta solemne que ha redactado nuestro actual Papa, lleva por título Deus Caritas est (Dios es amor) y va dirigida a los Obispos, a los Presbíteros y Diáconos, a las personas consagradas y a todos los fieles laicos. La Encíclica toma su nombre de la invocación de san Francisco, «Laudato si’, mi’ Signore», que en el Cántico Año de edición: 2016. Cada uno, con cuidado, pinta y escribe en la vida del otro: «Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones […] no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo» (2 Co 3,2-3). Se expresa, en particular, al dirigirse con atención exquisita a los límites del otro, especialmente cuando se presentan de manera evidente» [388]. Una delicadeza propia del amor consiste en evitar verlos como competidores, como seres peligrosos, como invasores. Las encíclicas son cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica dirigidas por el Papa a los obispos y fieles católicos de todo el mundo. Fue un Papa que abrió las puertas del Papado al resto del mundo. [270] Catequesis (5 agosto 2015): L’Osservatore Romano, ed. La ternura, en cambio, es una manifestación de este amor que se libera del deseo de la posesión egoísta. La mujer embarazada puede participar de ese proyecto de Dios soñando a su hijo: «Toda mamá y todo papá soñó a su hijo durante nueve meses […] No es posible una familia sin soñar. Ecum. Simplemente nunca termina. Y cada uno, cuando va a dormir, espera levantarse para continuar esta aventura, confiando en la ayuda del Señor. De este modo, se remarca con fuerza el dinamismo contracultural del amor, capaz de hacerle frente a cualquier cosa que pueda amenazarlo. Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 248-254. Gn 1,26-27) hasta el cumplimiento del misterio de la Alianza en Cristo al final de los siglos con las bodas del Cordero (cf. semanal en lengua española, 12 de junio de 2015, p. 16. Pero ¿quién habla hoy de estas cosas? Recoge las aportaciones de dos Sínodos, que han conformado un “precioso poliedro” (nº4) Al mismo tiempo que intenta dar el paso del perdón, cada uno tiene que preguntarse con serena humildad si no ha creado las condiciones para exponer al otro a cometer ciertos errores. Para ello es bueno animar a la confesión frecuente, la dirección espiritual, la asistencia a retiros. ... La alegría del evangelio. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 49. Si no alimentamos nuestra capacidad de gozar con el bien del otro y, sobre todo, nos concentramos en nuestras propias necesidades, nos condenamos a vivir con poca alegría, ya que como ha dicho Jesús «hay más felicidad en dar que en recibir» (Hch 20,35). Tantas veces nuestros errores, o la mirada crítica de las personas que amamos, nos han llevado a perder el cariño hacia nosotros mismos. «La alianza de amor y fidelidad, de la cual vive la Sagrada Familia de Nazaret, ilumina el principio que da forma a cada familia, y la hace capaz de afrontar mejor las vicisitudes de la vida y de la historia. Es la actitud venenosa del que se alegra cuando ve que se le hace injusticia a alguien. [66] Catecismo de la Iglesia Católica, 1642. Porque «la emoción provocada por otro ser humano como persona […] no tiende de por sí al acto conyugal» [174]. William W. Baum y a los participantes del curso anual sobre el fuero interno organizado por la Penitenciaría Apostólica (22 marzo 1996), 5: L’Osservatore Romano, ed. [31] Relación final 2015, 23; cf. Por eso, el matrimonio va más allá de toda moda pasajera y persiste. Cada mujer participa del «misterio de la creación, que se renueva en la generación humana» [184]. Ante cada familia se presenta el icono de la familia de Nazaret, con su cotidianeidad hecha de cansancios y hasta de pesadillas, como cuando tuvo que sufrir la incomprensible violencia de Herodes, experiencia que se repite trágicamente todavía hoy en tantas familias de prófugos desechados e inermes. v. 11, 29). Estas manifestaciones de su sensibilidad mostraban hasta qué punto su corazón humano estaba abierto a los demás. Dejemos brotar la alegría ante su ternura cuando nos propone: «Hijo, trátate bien […] No te prives de pasar un día feliz» (Si 14,11.14). Si bien él escribía en una época en que dominaba una cultura patriarcal, donde la mujer se consideraba un ser completamente subordinado al varón, sin embargo enseñó que la sexualidad debe ser una cuestión de conversación entre los cónyuges: planteó la posibilidad de postergar las relaciones sexuales por un tiempo, pero «de común acuerdo» (1 Co 7,5). RESUMEN CAPÍTULO I: LA ENCÍCLICA DE JUAN PABLO II POR RAISA GONZÁLES COOPER EL RELATO DE SAN MATEO ACERCA DEL DIÁLOGO DE JESUS CON EL JOVEN RICO, CONSTITUYE UNA HERRAMIENTA PARA ESCUCHAR E INTERPRETAR SU ENSEÑANZA MORAL: «SE LE ACERCÓ UNO Y LE … [387] Gabriel Marcel, Homo viator: prolégomènes à une métaphysique de l’espérance, París 1944, 63. La ausencia del padre marca severamente la vida familiar, la educación de los hijos y su integración en la sociedad. Ecum. Ésta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. El Concilio Vaticano II enseña que este amor conyugal «abarca el bien de toda la persona, y, por tanto, puede enriquecer con una dignidad peculiar las expresiones del cuerpo y del espíritu, y ennoblecerlas como signos especiales de la amistad conyugal» [138]. No se convive para ser cada vez menos felices, sino para aprender a ser felices de un modo nuevo, a partir de las posibilidades que abre una nueva etapa. Tampoco podemos olvidar la degeneración que el pecado introduce en la sociedad cuando el ser humano se comporta como tirano ante la naturaleza, devastándola, usándola de modo egoísta y hasta brutal. Lo fundamental es que la disciplina no se convierta en una mutilación del deseo, sino en un estímulo para ir siempre más allá. Lumen gentium, 11), de manera que la Iglesia, para comprender plenamente su misterio, mira a la familia cristiana, que lo manifiesta de modo genuino» [59]. Vat. En esta línea, es muy emblemática la escena que muestra a una adúltera en la explanada del templo de Jerusalén, rodeada de sus acusadores, y luego sola con Jesús que no la condena y la invita a una vida más digna (cf. Santo Domingo afirmaba que «sería más útil después de muerto […] Más poderoso en obtener gracias» [288]. Necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, allí donde son más capaces de generosidad, de compromiso, de amor e incluso de heroísmo, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio. Es una cualidad del Dios de la Alianza que convoca a su imitación también dentro de la vida familiar. El mismo Apóstol Pablo se mostraba orgulloso de haber vivido sin ser un peso para los demás, porque trabajó con sus manos y así se aseguró el sustento (cf. Son el presupuesto de la actividad psicológica más elemental. Jn 4,7-26), y recibir de noche a Nicodemo (cf. La simple convivencia a menudo se elige a causa de la mentalidad general contraria a las instituciones y a los compromisos definitivos, pero también porque se espera adquirir una mayor seguridad existencial (trabajo y salario fijo). Ahora bien, la fe permite asumir los bienes del matrimonio como compromisos que se pueden sostener mejor mediante la ayuda de la gracia del sacramento […] Por lo tanto, la mirada de la Iglesia se dirige a los esposos como al corazón de toda la familia, que a su vez dirige su mirada hacia Jesús» [65]. Creen que el amor, como en las redes sociales, se puede conectar o desconectar a gusto del consumidor e incluso bloquear rápidamente. El mismo Evangelio nos reclama que no juzguemos ni condenemos (cf. Esa fidelidad llena de sacrificios y de gozos va como floreciendo en la edad en que todo se pone añejo y los ojos se ponen brillantes al contemplar los hijos de sus hijos. Al fin y al cabo, solo la paz que nace del amor fraterno puede ayudarnos a superar las dificultades y divisiones. Esta Exhortación adquiere un sentido especial en el contexto de este Año Jubilar de la Misericordia. Son incontables los análisis que se han hecho sobre el matrimonio y la familia, sobre sus dificultades y desafíos actuales. Vat. Los padres tienen el deber de cumplir con seriedad su misión educadora, como enseñan a menudo los sabios bíblicos (cf. La eutanasia y el suicidio asistido son graves amenazas para las familias de todo el mundo. «Cuando hablo intenta cambiar de tema, o me da respuestas rápidas para cerrar la conversación». Sin embargo, el rechazo de las desviaciones de la sexualidad y del erotismo nunca debería llevarnos a su desprecio ni a su descuido. Las familias numerosas son una alegría para la Iglesia. «Cuando en una familia no se es entrometido y se pide “permiso”, cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a decir “gracias”, y cuando en una familia uno se da cuenta que hizo algo malo y sabe pedir “perdón”, en esa familia hay paz y hay alegría» [133]. Jesús mismo se conmovió y se echó a llorar en el velatorio de un amigo (cf. Una cierta prioridad del amor a sí mismo sólo puede entenderse como una condición psicológica, en cuanto quien es incapaz de amarse a sí mismo encuentra dificultades para amar a los demás: «El que es tacaño consigo mismo, ¿con quién será generoso? Ambos, varón y mujer, padre y madre, son «cooperadores del amor de Dios Creador y en cierta manera sus intérpretes» [189]. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» [339] o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa. La educación moral implica pedir a un niño o a un joven sólo aquellas cosas que no le signifiquen un sacrificio desproporcionado, reclamarle sólo una cuota de esfuerzo que no provoque resentimiento o acciones puramente forzadas. Encuentra a publicanos como Mateo o Zaqueo en sus propias casas, y también a pecadoras, como la mujer que irrumpe en la casa del fariseo (cf. Todo esto nos lleva a hablar de la vida sexual del matrimonio. Aquí se hace presente la esperanza en todo su sentido, porque incluye la certeza de una vida más allá de la muerte. La figura paterna, por otra parte, ayuda a percibir los límites de la realidad, y se caracteriza más por la orientación, por la salida hacia el mundo más amplio y desafiante, por la invitación al esfuerzo y a la lucha. La ausencia de memoria histórica es un serio defecto de nuestra sociedad. 3-4; Motu proprio Mitis et Misericors Iesus (15 agosto 2015), preámbulo, 3, 1: ibíd., pp. Porque si luego ellos te invitan a ti, esa será tu recompensa. De aquí la necesidad de una pastoral de la reconciliación y de la mediación, a través de centros de escucha especializados que habría que establecer en las diócesis» [259]. Para ello «hay que afirmar decididamente la libertad de la Iglesia de enseñar la propia doctrina y el derecho a la objeción de conciencia por parte de los educadores» [300]. Cuando la relación entre los cónyuges no funciona bien, antes de tomar decisiones importantes conviene asegurarse de que cada uno haya hecho ese camino de curación de la propia historia. El valor de la unión de los cuerpos está expresado en las palabras del consentimiento, donde se aceptaron y se entregaron el uno al otro para compartir toda la vida. Mientras las autoridades los acosaban, ellos gozaban de la simpatía «de todo el pueblo» (Hch 2,47; cf. Esta firme decisión, que marca un estilo de vida, es una «exigencia interior del pacto de amor conyugal» [380], porque «quien no se decide a querer para siempre, es difícil que pueda amar de veras un solo día» [381]. Un gran número de ancianos es acogido en estructuras eclesiales, donde pueden vivir en un ambiente sereno y familiar en el plano material y espiritual. Podemos decir que «toda persona que quiera traer a este mundo una familia, que enseñe a los niños a alegrarse por cada acción que tenga como propósito vencer el mal —una familia que muestra que el Espíritu está vivo y actuante— encontrará gratitud y estima, no importando el pueblo, o la religión o la región a la que pertenezca» [77]. semanal en lengua española, 6 de marzo de 2015, p. 12. La conversación con el sacerdote, en el fuero interno, contribuye a la formación de un juicio correcto sobre aquello que obstaculiza la posibilidad de una participación más plena en la vida de la Iglesia y sobre los pasos que pueden favorecerla y hacerla crecer. Experimentar una emoción no es algo moralmente bueno ni malo en sí mismo [140]. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 50. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 193: AAS 105 (2013), 1101. Familiaris consortio (22 noviembre 1981), 44: AAS 74 (1982), 136. Se trata, pues, de «discernir» el Cuerpo del Señor, de reconocerlo con fe y caridad, tanto en los signos sacramentales como en la comunidad, de otro modo, se come y se bebe la propia condenación (cf. Esta mentalidad se refleja también en algunas uniones de hecho que nunca llegan al casamiento porque piensan en festejos demasiado costosos, en lugar de dar prioridad al amor mutuo y a su formalización ante los demás. ap. Esta misma confianza hace posible una relación de libertad. El amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas redes de integración, construye una trama social firme. De otro modo, el hijo parece reducirse a una posesión caprichosa. 6-7. [389] Cf. WebEstá dividida en ocho partes y consta de 77 páginas. Hay diversas maneras legítimas de organizar la preparación próxima al matrimonio, y cada Iglesia local discernirá lo que sea mejor, procurando una formación adecuada que al mismo tiempo no aleje a los jóvenes del sacramento. Mt 2,11). Así como Jesús entregó el hijo que había muerto a su madre (cf. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Por eso es valioso detenerse a precisar el sentido de las expresiones de este texto, para intentar una aplicación a la existencia concreta de cada familia. Cuando un hijo ya no siente que es valioso para sus padres, aunque sea imperfecto, o no percibe que ellos tienen una preocupación sincera por él, eso crea heridas profundas que originan muchas dificultades en su maduración. También en el corazón de cada familia hay que hacer resonar el kerygma, a tiempo y a destiempo, para que ilumine el camino. Esto requiere que imploremos la acción de Dios en los corazones, allí donde no podemos llegar. Por ello, siempre conviene considerar «inadecuada cualquier concepción teológica que en último término ponga en duda la omnipotencia de Dios y, en especial, su misericordia» [365]. [175] Benedicto XVI, Carta enc. La unión es real, es irrevocable, y ha sido confirmada y consagrada por el sacramento del matrimonio. El espacio vital de una familia se podía transformar en iglesia doméstica, en sede de la Eucaristía, de la presencia de Cristo sentado a la misma mesa. El Derecho canónico también reconoce la validez de algunos matrimonios que se celebran sin un ministro ordenado [71]. Significa que en el amor no hay lugar para sentir malestar por el bien de otro (cf. El conjunto de las intervenciones de los Padres, que escuché con constante atención, me ha parecido un precioso poliedro, conformado por muchas legítimas preocupaciones y por preguntas honestas y sinceras. En todo caso, si se reconocen con claridad los puntos débiles del otro, es necesario que haya una confianza realista en la posibilidad de ayudarle a desarrollar lo mejor de su persona para contrarrestar el peso de sus fragilidades, con un firme interés en promoverlo como ser humano. Las familias alcanzan poco a poco, «con la gracia del Espíritu Santo, su santidad a través de la vida matrimonial, participando también en el misterio de la cruz de Cristo, que transforma las dificultades y sufrimientos en una ofrenda de amor» [374]. Pero «prometer un amor para siempre es posible cuando se descubre un plan que sobrepasa los propios proyectos, que nos sostiene y nos permite entregar totalmente nuestro futuro a la persona amada» [123]. semanal en lengua española, 19 de junio de 2015, p. 6. [105] Cf. 4 Páginas • 953 Visualizaciones. El matrimonio es un «don» del Señor (cf. Es una honda experiencia espiritual contemplar a cada ser querido con los ojos de Dios y reconocer a Cristo en él. Como María, son exhortadas a vivir con coraje y serenidad sus desafíos familiares, tristes y entusiasmantes, y a custodiar y meditar en el corazón las maravillas de Dios (cf. Eso hace que terminemos guardándonos de los otros, escapando del afecto, llenándonos de temores en las relaciones interpersonales. Entre estas, la castidad resulta condición preciosa para el crecimiento genuino del amor interpersonal. Vat. Pero la obsesión no es educativa, y no se puede tener un control de todas las situaciones por las que podría llegar a pasar un hijo. Código de Derecho Canónico, c. 1055 § 1: «Ad bonum coniugum atque ad prolis generationem et educationem ordinatum». Por otra parte, esta actitud se ve fortalecida en el contexto de un Año Jubilar dedicado a la misericordia. Amoris Laetitia » (AL- « La alegría del amor »), exhortación apostólica post-sinodal, o sea escrita después del Sínodo “sobre el amor en la familia”, que no por … Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad. Lc 7,15), lo mismo hará con nosotros. Cuando una persona que ama puede hacer un bien a otro, o cuando ve que al otro le va bien en la vida, lo vive con alegría, y de ese modo da gloria a Dios, porque «Dios ama al que da con alegría» (2 Co 9,7). Así no habrá matrimonio que dure. Por eso, el amor conyugal «no se agota dentro de la pareja […] Los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e inseparable del padre y de la madre» [176]. Entonces, procura descubrir su propio camino para ser feliz, dejando que los demás encuentren el suyo. Pero una persona casada puede vivir la caridad en un altísimo grado. El término "amor", una de las palabras más usadas y de las que más se abusa en el mundo de hoy, posee un vasto campo semántico. Además de las ya indicadas, muchos se han referido a la función educativa, que se ve dificultada, entre otras causas, porque los padres llegan a su casa cansados y sin ganas de conversar, en muchas familias ya ni siquiera existe el hábito de comer juntos, y crece una gran variedad de ofertas de distracción además de la adicción a la televisión. Mientras el amor nos hace salir de nosotros mismos, la envidia nos lleva a centrarnos en el propio yo. En cambio, las familias abiertas y solidarias hacen espacio a los pobres, son capaces de tejer una amistad con quienes lo están pasando peor que ellas. Vat. [86] Cf. Los Padres afirmaron que «una de las mayores pobrezas de la cultura actual es la soledad, fruto de la ausencia de Dios en la vida de las personas y de la fragilidad de las relaciones. Su ausencia puede ser física, afectiva, cognitiva y espiritual. La segunda, titulada: "Caritas, el ejercicio del amor por parte de la Iglesia como "comunidad de amor", trata del ejercicio concreto del mandamiento del amor hacia el prójimo. La unidad a la que hay que aspirar no es uniformidad, sino una «unidad en la diversidad», o una «diversidad reconciliada». [323] Exhort. Ver más. La caridad adquiere matices diferentes, según el estado de vida al cual cada uno haya sido llamado. Aunque contribuyó en gran medida a la encíclica Veritatis Splendor de su predecesor y no pudo completar Lumen Fidei publicada por su sucesor, Francisco, Benedicto XVI insistió en las virtudes … Nos consuela saber que no existe la destrucción completa de los que mueren, y la fe nos asegura que el Resucitado nunca nos abandonará. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 49. [112] Catequesis (13 mayo 2015): L’Osservatore Romano,ed. Es verdad que no tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. «La mirada de Cristo, cuya luz alumbra a todo hombre (cf. Así como habita en las alabanzas de su pueblo (cf. Alguien puede querer algo malo con una gran fuerza de voluntad, pero a causa de una pasión irresistible o de una mala educación. [104] Catecismo de la Iglesia Católica, 1641. [87] Catecismo de la Iglesia Católica, 2378. Por eso, quiero contemplar a Cristo vivo presente en tantas historias de amor, e invocar el fuego del Espíritu sobre todas las familias del mundo. Superar la fragilidad que nos lleva a tenerle miedo al otro, como si fuera un «competidor». El abuso sexual de los niños se torna todavía más escandaloso cuando ocurre en los lugares donde deben ser protegidos, particularmente en las familias y en las escuelas y en las comunidades e instituciones cristianas [29]. Cuando se puede amar a alguien, o cuando nos sentimos amados por él, logramos entender mejor lo que quiere expresar y hacernos entender. «¿No es este el hijo del carpintero?» (Mt 13,55). En una crisis no asumida, lo que más se perjudica es la comunicación. [166] Catequesis (14 abril 1982), 1: L’Osservatore Romano, ed. A través de ellos también he querido «hacer evidente que el mismo Obispo en su Iglesia, de la que es constituido pastor y cabeza, es por eso mismo juez entre los fieles que se le han confiado» [265]. [353] De catechizandis rudibus, 1, 14, 22: PL 40, 327; cf. Invito a los fieles que están viviendo situaciones complejas, a que se acerquen con confianza a conversar con sus pastores o con laicos que viven entregados al Señor. La expresión original hebrea nos remite a una relación directa, casi «frontal» —los ojos en los ojos— en un diálogo también tácito, porque en el amor los silencios suelen ser más elocuentes que las palabras. Relación final2015, 84. Como bien expresaron los Padres sinodales, «puede haber factores que limitan la capacidad de decisión» [340]. A veces puede llegar a ser incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se trata de sustraer al cónyuge más débil, o a los hijos pequeños, de las heridas más graves causadas por la prepotencia y la violencia, el desaliento y la explotación, la ajenidad y la indiferencia» [257]. Así puede mostrar toda su fecundidad, y nos permite experimentar la felicidad de dar, la nobleza y la grandeza de donarse sobreabundantemente, sin medir, sin reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir. WebDes d’aquesta perspectiva, de la importància que té l’amor en la vida de tota persona, el papa Benet ens deixa el missatge d’haver discernit molt bé la voluntat de Déu quan -com ens ha dit l’apòstol Pere a la 2ª lectura- «Ell ha volgut que tenguéssim una esperança viva i que posseíssim una heretat incorruptible, indestructible, immarcescible, reservada dalt … Pero «debe considerarse como un remedio extremo, después de que cualquier intento razonable haya sido inútil» [258]. Lamentablemente, muchas veces algunos programas televisivos o ciertas formas de publicidad inciden negativamente y debilitan valores recibidos en la vida familiar. Monición al salmo responsorial (Salmo 8) Con el salmo 8 manifestemos ahora … Por eso el amor fecundo llega a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios (cf. Necesita volver a escuchar el anuncio del Evangelio y la invitación a la conversión. Encuadernación: … Esto no significa dejar de advertir la decadencia cultural que no promueve el amor y la entrega. Necesitamos invocar cada día la acción del Espíritu para que esta libertad interior sea posible. En el mundo actual también se aprecia el testimonio de los matrimonios que no sólo han perdurado en el tiempo, sino que siguen sosteniendo un proyecto común y conservan el afecto. Una mirada amable permite que no nos detengamos tanto en sus límites, y así podamos tolerarlo y unirnos en un proyecto común, aunque seamos diferentes. El diálogo del camino sinodal llevaron a plantear la necesidad de desarrollar nuevos caminos pastorales, que procuraré recoger ahora de manera general. Sabemos que «crece continuamente el número de quienes después de haber vivido juntos durante largo tiempo piden la celebración del matrimonio en la Iglesia. Amar también es volverse amable, y allí toma sentido la palabra asjemonéi. Alto: El problema de nuestros días no parece ser ya tanto la presencia entrometida del padre, sino más bien su ausencia, el hecho de no estar presente. O bien, como exclamará la mujer del Cantar de los Cantares en una estupenda profesión de amor y de donación en la reciprocidad: «Mi amado es mío y yo suya […] Yo soy para mi amado y mi amado es para mí» (2,16; 6,3). «Benedicto XVI, en la Encíclica Deus caritas est, retomó el tema de la verdad del amor entre hombre y mujer, que se ilumina plenamente sólo a la luz del amor de Cristo crucificado (cf. Se teme la soledad, se desea un espacio de protección y de fidelidad, pero al mismo tiempo crece el temor a ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de las aspiraciones personales. Benedicto XVI era claro al respecto: «Si el hombre pretendiera ser sólo espíritu y quisiera rechazar la carne como si fuera una herencia meramente animal, espíritu y cuerpo perderían su dignidad» [163]. Por supuesto que esto no implica exigirles a los niños que actúen como adultos, pero tampoco cabe menospreciar su capacidad de crecer en la maduración de una libertad responsable. CTRL + SPACE for auto-complete. Este es el misterio de la Navidad y el secreto de Nazaret, lleno de perfume a familia. Aprenden así que la belleza del vínculo entre los seres humanos apunta a nuestra alma, busca nuestra libertad, acepta la diversidad del otro, lo reconoce y lo respeta como interlocutor […] y esto es amor, que trae una chispa del amor de Dios» [187]. «La elección del matrimonio civil o, en otros casos, de la simple convivencia, frecuentemente no está motivada por prejuicios o resistencias a la unión sacramental, sino por situaciones culturales o contingentes» [319]. Abandonar a una familia cuando la lastima una muerte sería una falta de misericordia, perder una oportunidad pastoral, y esa actitud puede cerrarnos las puertas para cualquier otra acción evangelizadora. También se compadecía ante el sufrimiento de la gente (cf. Dado que estas confusiones son frecuentes, se vuelve imprescindible acompañar en los primeros años de la vida matrimonial para enriquecer y profundizar la decisión consciente y libre de pertenecerse y de amarse hasta el fin. No sirve saturarlos de datos sin el desarrollo de un sentido crítico ante una invasión de propuestas, ante la pornografía descontrolada y la sobrecarga de estímulos que pueden mutilar la sexualidad. Entonces se usa el recurso de negar los problemas, esconderlos, relativizar su importancia, apostar sólo al paso del tiempo. Pero «es preciso afrontar todas estas situaciones de manera constructiva, tratando de transformarlas en oportunidad de camino hacia la plenitud del matrimonio y de la familia a la luz del Evangelio. El ser humano es un viviente de esta tierra, y todo lo que hace y busca está cargado de pasiones. Una relación mal vivida con los propios padres y hermanos, que nunca ha sido sanada, reaparece y daña la vida conyugal. El matrimonio es un signo precioso, porque «cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del matrimonio, Dios, por decirlo así, se “refleja” en ellos, imprime en ellos los propios rasgos y el carácter indeleble de su amor. Panta pisteuei, «todo lo cree», por el contexto, no se debe entender «fe» en el sentido teológico, sino en el sentido corriente de «confianza». El amor hace que uno espere al otro y ejercite esa paciencia propia del artesano que se heredó de Dios. Allí, los esposos pueden volver siempre a sellar la alianza pascual que los ha unido y que refleja la Alianza que Dios selló con la humanidad en la CRUZ [377]. Pero, en realidad, toda la vida en común de los esposos, toda la red de relaciones que tejerán entre sí, con sus hijos y con el mundo, estará impregnada y fortalecida por la gracia del sacramento que brota del misterio de la Encarnación y de la Pascua, donde Dios expresó todo su amor por la humanidad y se unió íntimamente a ella. Cuando uno lee el pasaje de la Biblia sobre la creación del hombre y de la mujer, ve que Dios primero plasma al hombre (cf. San Juan Pablo II nos invitó a prestar atención al lugar del anciano en la familia, porque hay culturas que, «como consecuencia de un desordenado desarrollo industrial y urbanístico, han llevado y siguen llevando a los ancianos a formas inaceptables de marginación» [214]. «La compleja realidad social y los desafíos que la familia está llamada a afrontar hoy requieren un compromiso mayor de toda la comunidad cristiana en la preparación de los prometidos al matrimonio. Ef 5,21-33). Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia», a través de los cuales «la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia» [8]. En este sentido, san Juan Pablo II dijo que los textos bíblicos «no dan fundamento ni para sostener la “inferioridad” del matrimonio, ni la “superioridad” de la virginidad o del celibato» [166] en razón de la abstención sexual. [1] III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, Relatio synodi (18 octubre 2014), 2. Es también lo que enseña san Agustín: «Así como, en peligro de incendio, correríamos a buscar agua para apagarlo […] del mismo modo, si de nuestra paja surgiera la llama del pecado, y por eso nos turbamos, cuando se nos ofrezca la ocasión de una obra llena de misericordia, alegrémonos de ella como si fuera una fuente que se nos ofrezca en la que podamos sofocar el incendio» [353]. Esto supone haber sido capaces de superar juntos las crisis y los tiempos de angustia, sin escapar de los desafíos ni esconder las dificultades. Los Padres sinodales expresaron que la Iglesia no deja de valorar los elementos constructivos en aquellas situaciones que todavía no corresponden o ya no corresponden a su enseñanza sobre el matrimonio [314]. Es el caso de los corazones cerrados, que suelen esconderse aun detrás de las enseñanzas de la Iglesia «para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas» [349]. Por eso los momentos de oración en familia y las expresiones de la piedad popular pueden tener mayor fuerza evangelizadora que todas las catequesis y que todos los discursos. La virtud es una convicción que se ha trasformado en un principio interno y estable del obrar. La transmisión de la fe supone que los padres vivan la experiencia real de confiar en Dios, de buscarlo, de necesitarlo, porque sólo de ese modo «una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas» (Sal 144,4) y «el padre enseña a sus hijos tu fidelidad» (Is 38,19). [188] Conferencia de Obispos Católicos de Australia, Carta past. Una nueva etapa evangelizadora caracterizada por la … Hoy suele ser ineficaz pedir algo que exige esfuerzo y renuncias, sin mostrar claramente el bien que se puede alcanzar con eso. Como se advierte también en otros textos (cf. La adopción es un camino para realizar la maternidad y la paternidad de una manera muy generosa, y quiero alentar a quienes no pueden tener hijos a que sean magnánimos y abran su amor matrimonial para recibir a quienes están privados de un adecuado contexto familiar. Sólo perdiéndole el miedo a la diferencia, uno puede terminar de liberarse de la inmanencia del propio ser y del embeleso por sí mismo. El amor matrimonial lleva a procurar que toda la vida emotiva se convierta en un bien para la familia y esté al servicio de la vida en común. La fuerza de la familia «reside esencialmente en su capacidad de amar y enseñar a amar. El espacio exclusivo que cada uno de los cónyuges reserva a su trato solitario con Dios, no sólo permite sanar las heridas de la convivencia, sino que posibilita encontrar en el amor de Dios el sentido de la propia existencia. En ese texto inicial de la Biblia brillan algunas afirmaciones decisivas. Seguramente es posible, porque es lo que pide el Evangelio: «Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis» (Mt 10,8). [290] Conc. Los obispos de Kenia advirtieron que, «demasiado centrados en el día de la boda, los futuros esposos se olvidan de que están preparándose para un compromiso que dura toda la vida» [244]. Cede a la cultura de lo provisorio, que impide un proceso constante de crecimiento. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia» [360]. semanal en lengua española, 12 de abril de 1981, p. 3. Con particular gratitud, la Iglesia «sostiene a las familias que acogen, educan y rodean con su afecto a los hijos diversamente hábiles» [92]. Gn 2,7), después se da cuenta de que falta algo esencial y plasma a la mujer, y entonces escucha la sorpresa del varón: «¡Ah, ahora sí, esta sí!». Tampoco es la ingenuidad de quien pretende no ver las dificultades y los puntos débiles del otro, sino la amplitud de miras de quien coloca esas debilidades y errores en su contexto. ap. La familia no es pues algo ajeno a la misma esencia divina [7]. La expresión jairei epi te adikía indica algo negativo afincado en el secreto del corazón de la persona. Este camino es una cuestión de tiempo. La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase, pero recordemos también el alquiler de vientres o «la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática» [42]. Familiaris consortio,34), este discernimiento no podrá jamás prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuesto por la Iglesia. Es. La lógica del amor cristiano no es la de quien se siente más que otros y necesita hacerles sentir su poder, sino que «el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro servidor» (Mt 20,27). Esa entrega asocia «a la vez lo humano y lo divino» [369], porque está llena del amor de Dios. Lc 5,5) en los demás, o un labrador que trabaja en esa tierra fresca que son sus seres amados, estimulando lo mejor de ellos. Los cónyuges conforman con diversos gestos cotidianos ese «espacio teologal en el que se puede experimentar la presencia mística del Señor resucitado» [375]. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Indica que el amor beneficia y promueve a los demás. «En algunas sociedades todavía está en vigor la práctica de la poligamia; en otros contextos permanece la práctica de los matrimonios combinados […] En numerosos contextos, y no sólo occidentales, se está ampliamente difundiendo la praxis de la convivencia que precede al matrimonio, así como convivencias no orientadas a asumir la forma de un vínculo institucional» [40]. No es necesario controlar al otro, seguir minuciosamente sus pasos, para evitar que escape de nuestros brazos. Pero no es sólo un gesto externo, sino que brota de una actitud interna. Jesús recordaba a sus discípulos que en el mundo del poder cada uno trata de dominar a otro, y por eso les dice: «No ha de ser así entre vosotros» (Mt 20,26). A veces se ama con un amor egocéntrico propio del niño, fijado en una etapa donde la realidad se distorsiona y se vive el capricho de que todo gire en torno al propio yo. No siempre se distingue adecuadamente entre acto «voluntario» y acto «libre». Pero también pueden enseñar recursos que ayudan a llenar de contenido y de sentido esos momentos, para aprender a comunicarse mejor. ap. Con esta mirada, hecha de fe y de amor, de gracia y de compromiso, de familia humana y de Trinidad divina, contemplamos la familia que la Palabra de Dios confía en las manos del varón, de la mujer y de los hijos para que conformen una comunión de personas que sea imagen de la unión entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En efecto, encierra algo sagrado, algo divino, algo que está en la raíz de cualquier otro tipo de respeto entre los hombres. En ese sentido, todas las acciones pastorales tendientes a ayudar a los matrimonios a crecer en el amor y a vivir el Evangelio en la familia, son una ayuda inestimable para que sus hijos se preparen para su futura vida matrimonial. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lc 10,38) y con la familia de Pedro (cf. El amor conyugal alcanza de este modo la plenitud a la que está ordenado interiormente, la caridad conyugal» [118]. La libertad concreta, real, es limitada y condicionada. Es una «unión afectiva» [116], espiritual y oblativa, pero que recoge en sí la ternura de la amistad y la pasión erótica, aunque es capaz de subsistir aun cuando los sentimientos y la pasión se debiliten. Con el enfoque de la pedagogía divina, la Iglesia mira con amor a quienes participan en su vida de modo imperfecto: pide para ellos la gracia de la conversión; les infunde valor para hacer el bien, para hacerse cargo con amor el uno del otro y para estar al servicio de la comunidad en la que viven y trabajan […] Cuando la unión alcanza una estabilidad notable mediante un vínculo público −y está connotada de afecto profundo, de responsabilidad por la prole, de capacidad de superar las pruebas− puede ser vista como una oportunidad para acompañar hacia el sacramento del matrimonio, allí donde sea posible» [78]. Es amor a pesar de todo, aun cuando todo el contexto invite a otra cosa. Muchas veces uno de los cónyuges no necesita una solución a sus problemas, sino ser escuchado. La formación moral debería realizarse siempre con métodos activos y con un diálogo educativo que incorpore la sensibilidad y el lenguaje propio de los hijos. Por eso, «del amor por el cual a uno le es grata otra persona depende que le dé algo gratis» [130]. Otros indicaron que las familias suelen estar enfermas por una enorme ansiedad. Entonces, ningún acto genital de los esposos puede negar este significado [86], aunque por diversas razones no siempre pueda de hecho engendrar una nueva vida. 48-49). Es una forma de machismo» [43]. A partir de esta consciencia, se hará posible que «a todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros» [359]. semanal en lengua española, 4 de abril de 2014, p. 16. Es decir, se alegra con el bien del otro, cuando se reconoce su dignidad, cuando se valoran sus capacidades y sus buenas obras. [220] Catequesis (18 febrero 2015): L’Osservatore Romano, ed. «¡Levántate!» (Mc 5,41). Es significativo que en el Antiguo Testamento la palabra que aparece más veces después de la divina (yhwh, el «Señor») es «hijo» (ben), un vocablo que remite al verbo hebreo que significa «construir» (banah). Además, la formación no siempre les permite desplegar su mundo psicoafectivo. En efecto, a ellos les ha concedido Dios elegir el nombre con el que él llamará cada uno de sus hijos por toda la eternidad [181]. La familia tiene que inventar todos los días nuevas formas de promover el reconocimiento mutuo. ap. El cuerpo del otro es con frecuencia manipulado, como una cosa que se retiene mientras brinda satisfacción y se desprecia cuando pierde atractivo. En la historia de un matrimonio, la apariencia física cambia, pero esto no es razón para que la atracción amorosa se debilite. Después recordaré algunas cuestiones elementales de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, para dar lugar así a los dos capítulos centrales, dedicados al amor. ap. No permitas que los miedos, las preocupaciones, los comentarios ajenos o los problemas apaguen esa felicidad de ser instrumento de Dios para traer una nueva vida al mundo. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo. Es lo que se afirma en el Salmo 128 que tomamos como base: «Que el Señor te bendiga desde Sión» (v. 5). En el matrimonio se vive también el sentido de pertenecer por completo sólo a una persona. Los que asumen el desafío de adoptar y acogen a una persona de manera incondicional y gratuita, se convierten en mediaciones de ese amor de Dios que dice: «Aunque tu madre te olvidase, yo jamás te olvidaría» (Is 49,15). Mc 10,21). Editorial: MENSAJERO. Por eso, si le exijo demasiado, me lo hará saber de alguna manera, ya que no podrá ni aceptará jugar el papel de un ser divino ni estar al servicio de todas mis necesidades. El desarrollo afectivo y ético de una persona requiere de una experiencia fundamental: creer que los propios padres son dignos de confianza. Sin embargo, esa misma cultura concede a muchos otros, por el contrario, tantas oportunidades, que también ellos se ven disuadidos de formar una familia» [14]. Así, los dos son entre sí reflejos del amor divino que consuela con la palabra, la mirada, la ayuda, la caricia, el abrazo. semanal en lengua española, 2 de octubre de 2015, p. 20. Al mismo tiempo, hace posible la sinceridad y la transparencia, porque cuando uno sabe que los demás confían en él y valoran la bondad básica de su ser, entonces sí se muestra tal cual es, sin ocultamientos. semanal en lengua española, 28 de septiembre de 1980, p. 3. Como algunos sabréis, hoy se ha hecho pública la primera encíclica de Benedicto XVI: "Dios es amor" (señores y señoras del Opus Dei: ¡¡¡Dios es amor!!! Los niños necesitan símbolos, gestos, narraciones. Al respecto, quiero recordar aquí algo que he querido plantear con claridad a toda la Iglesia para que no equivoquemos el camino: «Dos lógicas recorren toda la historia de la Iglesia: marginar y reintegrar […] El camino de la Iglesia, desde el concilio de Jerusalén en adelante, es siempre el camino de Jesús, el de la misericordia y de la integración […] El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de Dios a todas las personas que la piden con corazón sincero […] Porque la caridad verdadera siempre es inmerecida, incondicional y gratuita» [326]. Ap 21,2.9). [358] Bula Misericordiae vultus (11 abril 2015), 12: AAS 107 (2015), 407. De los Evangelios emerge claramente el ejemplo de Jesús, que […] anunció el mensaje concerniente al significado del matrimonio como plenitud de la revelación que recupera el proyecto originario de Dios (cf. En efecto, a lo largo de su vida pastoral el sacerdote se encuentra sobre todo con familias. «Fratelli tutti»[1], escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. Por otra parte, un gran número de Padres «subrayó la necesidad de hacer más accesibles y ágiles, posiblemente totalmente gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad» [263]. Los Padres sinodales se refirieron a las actuales «tendencias culturales que parecen imponer una efectividad sin límites, […] una afectividad narcisista, inestable y cambiante que no ayuda siempre a los sujetos a alcanzar una mayor madurez». Podemos observar como estas palabras expresan el centro de la fe cristiana. Por ello, «la aplicación de estos documentos es una gran responsabilidad para los Ordinarios diocesanos, llamados a juzgar ellos mismos algunas causas y a garantizar, en todos los modos, un acceso más fácil de los fieles a la justicia. Por otro lado, los cuidados que requieren a menudo ponen a dura prueba a sus seres queridos» [34]. Ellos, «que forman parte de la Iglesia, necesitan una atención pastoral misericordiosa y alentadora» [316]. [288] Jordán de Sajonia, Libellus de principiis Ordinis predicatorum, 93: Monumenta Historica Sancti Patris Nostri Dominici, XVI, Roma 1935, p. 69. de Papa Francisco (Autor), Editrice Vaticana (Traductor) 4,7 de 5 ... Edición en formato y letra … Lc 12,13-21; 16,1-31). [215] Juan Pablo II, Discurso a los participantes en el «Foro internacional sobre la Tercera Edad» (5 septiembre 1980), 5: L’Osservatore Romano, ed. [2] XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Relación final (24 octubre 2015), 3. [138] Const. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Los pastores, que proponen a los fieles el ideal pleno del Evangelio y la doctrina de la Iglesia, deben ayudarles también a asumir la lógica de la compasión con los frágiles y a evitar persecuciones o juicios demasiado duros o impacientes. Si los padres son como los fundamentos de la casa, los hijos son como las «piedras vivas» de la familia (cf. Jn 11,33.35). No se trata de darles todo el Catecismo ni de saturarlos con demasiados temas. Download Download PDF. [123] Carta enc. Las jornadas de trabajo son largas y, a menudo, agravadas por largos tiempos de desplazamiento. Ecum. Mt 7,5), y los cristianos no podemos ignorar la constante invitación de la Palabra de Dios a no alimentar la ira: «No te dejes vencer por el mal» (Rm 12,21). Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve» (1 Co 13,2-3). Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 69.117: AAS 105 (2013), 1049.1068-69. Por esta razón, un juicio negativo sobre una situación objetiva no implica un juicio sobre la imputabilidad o la culpabilidad de la persona involucrada [345]. semanal en lengua española, 19 de octubre de 1980, p. 16. Enseñe Nazaret lo que es la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable; enseñe lo dulce e insustituible que es su pedagogía; enseñe lo fundamental e insuperable de su sociología” (Pablo VI, Discurso en Nazaret, 5 enero 1964)» [58]. Hay situaciones propias de la inevitable fragilidad humana, a las cuales se otorga una carga emotiva demasiado grande. La mirada se dirige al futuro que hay que construir día a día con la gracia de Dios y, por eso mismo, al cónyuge no se le exige que sea perfecto. De ningún modo hay que resignarse a una curva descendente, a un deterioro inevitable, a una soportable mediocridad. Es difícil pensar la educación sexual en una época en que la sexualidad tiende a banalizarse y a empobrecerse. La mirada que valora tiene una enorme importancia, y retacearla suele hacer daño. Se trata de una violencia interna, de una irritación no manifiesta que nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran enemigos molestos que hay que evitar. semanal en lengua española, 8 de mayo de 2015, p. 16. Plaza de edición: ES. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 47: AAS 105 (2013), 1040. El sentido se toma de la traducción griega del Antiguo Testamento, donde dice que Dios es «lento a la ira» (Ex 34,6; Nm 14,18). El amor de Dios se expresa «a través de las palabras vivas y concretas con que el hombre y la mujer se declaran su amor conyugal» [385]. semanal en lengua española, 7-14 de agosto de 2015, p. 2. [219] Discurso en el Encuentro con los Ancianos (28 septiembre 2014): L’Osservatore Romano, ed. En esta misma línea se expresó la Comisión Teológica Internacional: «La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisión» [350]. Jn 15,12; Ga 5,14). «El difícil arte de la reconciliación, que requiere del sostén de la gracia, necesita la generosa colaboración de familiares y amigos, y a veces incluso de ayuda externa y profesional» [255].
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