jesús contradice los 10 mandamientos

Así, se presenta de nuevo la tentación del Edén: ser como Dios « conocedores del bien y del mal » (Gn 3, 5). Los « pobres » son interpelados particularmente por la predicación y las obras de Jesús. Puede ser fácil la tentación de recurrir también a los mismos métodos y atentados contra la vida en las situaciones de « explosión demográfica ». ¿Cómo no recordar, además, todos estos gestos cotidianos de acogida, sacrificio y cuidado desinteresado que un número incalculable de personas realiza con amor en las familias, hospitales, orfanatos, residencias de ancianos y en otros centros o comunidades, en defensa de la vida? Esta es una exigencia particularmente apremiante en el momento actual, en que la « cultura de la muerte » se contrapone tan fuertemente a la « cultura de la vida » y con frecuencia parece que la supera. Si es cierto que « el futuro de la humanidad se fragua en la familia »,122 se debe reconocer que las actuales condiciones sociales, económicas y culturales hacen con frecuencia más ardua y difícil la misión de la familia al servicio de la vida. « El Dragón se detuvo delante de la Mujer... para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz » (Ap 12, 4): la vida amenazada por las fuerzas del mal. 3. Homilías sobre Mateo, L, 3: PG 58, 508. La marginación o incluso el rechazo de los ancianos son intolerables. Por otra parte, sin embargo, se puede temer justamente que la disponibilidad a cumplir tales acciones no sólo conlleve escándalo y favorezca el debilitamiento de la necesaria oposición a los atentados contra la vida, sino que lleve insensiblemente a ir cediendo cada vez más a una lógica permisiva. Una tarea particular corresponde a los intelectuales católicos, llamados a estar presentes activamente en los círculos privilegiados de elaboración cultural, en el mundo de la escuela y de la universidad, en los ambientes de investigación científica y técnica, en los puntos de creación artística y de la reflexión humanística. Los cristianos, como todos los hombres de buena voluntad, están llamados, por un grave deber de conciencia, a no prestar su colaboración formal a aquellas prácticas que, aun permitidas por la legislación civil, se oponen a la Ley de Dios. En lo íntimo de la conciencia moral se produce el eclipse del sentido de Dios y del hombre, con todas sus múltiples y funestas consecuencias para la vida. Son precisamente ellos, los niños, quienes revelan la llegada de la era mesiánica: en su encuentro comienza a actuar la fuerza redentora de la presencia del Hijo de Dios entre los hombres. Estas, de experiencias originarias que requieren ser « vividas », pasan a ser cosas que simplemente se pretenden « poseer » o « rechazar ». Bergoglio y la Pachamama en el Vaticano, octubre de 2019. Encontramos una trágica expresión de todo esto en la difusión de la eutanasia, encubierta y subrepticia, practicada abiertamente o incluso legalizada. Mulieris dignitatem (15 agosto 1988), 18: AAS 80 (1988), 1696. El es la imagen perfecta del Padre. Estas estaban ya presentes en el Antiguo Testamento, cuya legislación se preocupaba de garantizar y salvaguardar a las personas en situaciones de vida débil y amenazada: el extranjero, la viuda, el huérfano, el enfermo, el pobre en general, la vida misma antes del nacimiento (cf. Esta es la experiencia de David, que después de « haber pecado contra el Señor », reprendido por el profeta Natán (cf. Si en los Evangelios se menciona algún mandamiento u orden, en el libro de los Hechos y en las Epístolas se ven esos mandamientos u ordenanzas poniéndose en práctica, de esta manera nos damos cuenta que la iglesia procuró … A veces las opciones que se imponen son dolorosas y pueden exigir el sacrificio de posiciones profesionales consolidadas o la renuncia a perspectivas legítimas de avance en la carrera. Es necesario que esta Jornada se prepare y se celebre con la participación activa de todos los miembros de la Iglesia local. La urgencia de este cambio cultural está relacionada con la situación histórica que estamos atravesando, pero tiene su raíz en la misma misión evangelizadora, propia de la Iglesia. S. Ireneo: « Omnem novitatem attulit, semetipsum afferens, qui fuerat annuntiatus », Contra las herejías, IV, 34, 1: SCh 100/2, 846-847. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?". Frente a legislaciones que han permitido el aborto y a tentativas, surgidas aquí y allá, de legalizar la eutanasia, han aparecido en todo el mundo movimientos e iniciativas de sensibilización social en favor de la vida. Hoy este anuncio es particularmente urgente ante la impresionante multiplicación y agudización de las amenazas a la vida de las personas y de los pueblos, especialmente cuando ésta es débil e indefensa. El Señor dijo a Caín: "¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro? Sal 139 138, 13. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 25. WebJesús no vacila en sacrificarse a sí mismo y, libremente, hace de su vida una ofrenda al Padre (cf. Por eso, esta elección no puede justificarse por la bondad de ninguna intención o consecuencia, está en contraste insalvable con la comunión entre las personas, contradice la decisión fundamental de orientar la propia vida a Dios. Jn 10, 10). Rm 5, 8). ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano? 130. Ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo ».52, Cada ser humano inocente es absolutamente igual a todos los demás en el derecho a la vida. 116. Carta a las Familias Gratissimam sane (2 febrero 1994), 4: AAS 86 ( 1994), 871. Mensajes del Concilio a la humanidad (8 diciembre 1965): A las mujeres. INTRODUCCIÓN. Este amor, como don sincero de sí, 125 es el sentido más verdadero de la vida y de la libertad de la persona. Con su muerte, Jesús ilumina el sentido de la vida y de la muerte de todo ser humano. Ecum. En efecto, obrando de este modo no se presta una colaboración ilícita a una ley injusta; antes bien se realiza un intento legítimo y obligado de limitar sus aspectos inicuos. Cf, Carta enc. En efecto, la Sagrada Escritura impone al hombre el precepto « no matarás » como mandamiento divino (Ex 20, 13; Dt 5, 17). WebLa existencia de Dios es un tema que plantea cuestiones filosóficas fundamentales en relación con la ontología, e implica un debate entre diferentes ideas, cuya expresión habitualmente no se limita al mundo de la racionalidad, sino que se extiende al de las creencias.El teísmo y el ateísmo son las posturas teóricas favorables y contrarias a la … De este modo se produce un cambio de trágicas consecuencias en el largo proceso histórico, que después de descubrir la idea de los « derechos humanos » —como derechos inherentes a cada persona y previos a toda Constitución y legislación de los Estados— incurre hoy en una sorprendente contradicción: justo en una época en la que se proclaman solemnemente los derechos inviolables de la persona y se afirma públicamente el valor de la vida, el derecho mismo a la vida queda prácticamente negado y conculcado, en particular en los momentos más emblemáticos de la existencia, como son el nacimiento y la muerte. « Nadie tiene mayor amor, que el que da su vida por sus amigos » (Jn 15, 13). Es una historia que cada comunidad cristiana, con nuevo sentido de responsabilidad, debe continuar escribiendo a través de una acción pastoral y social múltiple. A lo largo de su existencia, Jesús había dado también la salvación sanando y haciendo el bien a todos (cf. Dado en Roma, junto a san Pedro, el 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, del año 1995, decimoséptimo de mi Pontificado. Jesús mismo nos ha mostrado con su ejemplo que la oración y el ayuno son las armas principales y más eficaces contra las fuerzas del mal (cf. Una expresión particularmente significativa de solidaridad entre las familias es la disponibilidad a la adopción o a la acogida temporal de niños abandonados por sus padres o en situaciones de grave dificultad. Mulieris dignitatem (15 agosto 1988),14: AAS 80 (1988), 1686. Es lo que quiso acentuar también san Ireneo de Lyon con su célebre definición: « el hombre que vive es la gloria de Dios ».23 Al hombre se le ha dado una altísima dignidad, que tiene sus raíces en el vínculo íntimo que lo une a su Creador: en el hombre se refleja la realidad misma de Dios. En efecto, en Cristo se anuncia definitivamente y se da plenamente aquel Evangelio de la vida que, anticipado ya en la Revelación del Antiguo Testamento y, más aún, escrito de algún modo en el corazón mismo de cada hombre y mujer, resuena en cada conciencia « desde el principio », o sea, desde la misma creación, de modo que, a pesar de los condicionamientos negativos del pecado, también puede ser conocido por la razón humana en sus aspectos esenciales. El Señor le respondió: "Al contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces". Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Si no fuera así, se obligaría a la persona humana a realizar una acción intrínsecamente incompatible con su dignidad y, de este modo, su misma libertad, cuyo sentido y fin auténticos residen en su orientación a la verdad y al bien, quedaría radicalmente comprometida. Sin embargo, estas y otras razones semejantes, aun siendo graves y dramáticas, jamás pueden justificar la eliminación deliberada de un ser humano inocente. Conc. Precisamente porque se derrama como don de vida, la sangre de Cristo ya no es signo de muerte, de separación definitiva de los hermanos, sino instrumento de una comunión que es riqueza de vida para todos. 29. 95. En la lectura de la realidad, deben negarse a poner de relieve lo que pueda insinuar o acrecentar sentimientos o actitudes de indiferencia, desprecio o rechazo ante la vida. 27. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre. Es el caso, por ejemplo, de la legítima defensa, en que el derecho a proteger la propia vida y el deber de no dañar la del otro resultan, en concreto, difícilmente conciliables. 63. 8. 32. Los israelitas viajan entonces con el profeta Moisés al … Sólo Satanás puede gozar con ella: por su envidia la muerte entró en el mundo (cf. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud » (Rm 13, 9-10). Por una parte, las varias declaraciones universales de los derechos del hombre y las múltiples iniciativas que se inspiran en ellas, afirman a nivel mundial una sensibilidad moral más atenta a reconocer el valor y la dignidad de todo ser humano en cuanto tal, sin distinción de raza, nacionalidad, religión, opinión política o clase social. Ante esta tentación, su responsabilidad ha crecido hoy enormemente y encuentra su inspiración más profunda y su apoyo más fuerte precisamente en la intrínseca e imprescindible dimensión ética de la profesión sanitaria, como ya reconocía el antiguo y siempre actual juramento de Hipócrates, según el cual se exige a cada médico el compromiso de respetar absolutamente la vida humana y su carácter sagrado. 16. 88. Desde sus inicios, la Tradición viva de la Iglesia —como atestigua la Didaché, el más antiguo escrito cristiano no bíblico— repite de forma categórica el mandamiento « no matarás »: « Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte; pero grande es la diferencia que hay entre estos caminos... Segundo mandamiento de la doctrina: No matarás... no matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido... Mas el camino de la muerte es éste:... que no se compadecen del pobre, no sufren por el atribulado, no conocen a su Criador, matadores de sus hijos, corruptores de la imagen de Dios; los que rechazan al necesitado, oprimen al atribulado, abogados de los ricos, jueces injustos de los pobres, pecadores en todo. COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA . La enfermedad no lo empuja a la desesperación y a la búsqueda de la muerte, sino a la invocación llena de esperanza: « ¡Tengo fe, aún cuando digo: "Muy desdichado soy"! « ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano? ¿o en la siembra de muerte que se realiza con el temerario desajuste de los equilibrios ecológicos, con la criminal difusión de la droga, o con el fomento de modelos de práctica de la sexualidad que, además de ser moralmente inaceptables, son también portadores de graves riesgos para la vida? « No habrá ya muerte » (Ap 21, 4): esplendor de la resurrección, 105. El agradecimiento y la alegría por la dignidad inconmensurable del hombre nos mueve a hacer a todos partícipes de este mensaje: « Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros » (1 Jn 1, 3). Jesús mismo garantiza la verdad de Dios, cuando declara ante Pilato ... Esto contradice la dignidad de la Creación tanto como la explotación de la tierra a causa de una codicia ciega. 62. La Vida divina es por sí vivificadora y creadora de la vida. En esta ley nueva se inspira y plasma el mandamiento « no matarás ». 22. La vida se confía al hombre como un tesoro que no se debe malgastar, como un talento a negociar. Como iglesia doméstica, la familia está llamada a anunciar, celebrar y servir el Evangelio de la vida. 111. Mt 4, 4). Carta enc. 32. Es una ilusión pensar que se puede construir una verdadera cultura de la vida humana, si no se ayuda a los jóvenes a comprender y vivir la sexualidad, el amor y toda la existencia según su verdadero significado y en su íntima correlación. (Jn 19, 30). Discurso a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo (12 octubre 1992), 15: AAS 85 (1993), 819. dogm. Que desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo o asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente, con iniciativas extraordinarias y con la oración habitual, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida. 44. De este modo, mientras Israel reconoce el valor de su propia existencia como pueblo, avanza también en la percepción del sentido y valor de la vida en cuanto tal. Doy gracias al Señor nuestro Dios por haber creado una obra tan maravillosa donde encontrar su descanso ».26. Pablo VI, Carta enc. Al mismo tiempo, la experiencia maternal de la Iglesia muestra la perspectiva más profunda para comprender la experiencia de María como modelo incomparable de acogida y cuidado de la vida. Jn 3, 16)! El mandamiento « no matarás » establece, por tanto, el punto de partida de un camino de verdadera libertad, que nos lleva a promover activamente la vida y a desarrollar determinadas actitudes y comportamientos a su servicio. Carta enc. Cf. También surgen y se difunden grupos de voluntarios dedicados a dar hospitalidad a quienes no tienen familia, se encuentran en condiciones de particular penuria o tienen necesidad de hallar un ambiente educativo que les ayude a superar comportamientos destructivos y a recuperar el sentido de la vida. Nada ayuda tanto a afrontar positivamente el conflicto entre la muerte y la vida, en el que estamos inmersos, como la fe en el Hijo de Dios que se ha hecho hombre y ha venido entre los hombres « para que tengan vida y la tengan en abundancia » (Jn 10, 10): es la fe en el Resucitado, que ha vencido la muerte; es la fe en la sangre de Cristo « que habla mejor que la de Abel » (Hb 12, 24). Cf. La caridad no hace mal al prójimo. 2. 132. Es sabido que en los primeros siglos el homicidio se consideraba entre los tres pecados más graves —junto con la apostasía y el adulterio— y se exigía una penitencia pública particularmente dura y larga antes que al homicida arrepentido se le concediese el perdón y la readmisión en la comunión eclesial. ¡Que estas palabras lleguen a todos los hijos e hijas de la Iglesia! En esta perspectiva, acogiendo también la sugerencia de los Cardenales en el Consistorio de 1991, propongo que se celebre cada año en las distintas Naciones una Jornada por la Vida, como ya tiene lugar por iniciativa de algunas Conferencias Episcopales. No se trata sólo de amenazas procedentes del exterior, de las fuerzas de la naturaleza o de los "Caínes" que asesinan a los "Abeles"; no, se trata de amenazas programadas de manera científica y sistemática. dogm. Mt 5, 17): la Ley y los Profetas se resumen en la regla de oro del amor recíproco (cf. WebEl Éxodo es el segundo libro de la Biblia.Se trata de un texto tradicional que narra la historia del éxodo en la que los israelitas abandonan la esclavitud en Egipto por la fuerza de Yahveh (capítulos 1-12). Enviados al mundo como « pueblo para la vida », nuestro anuncio debe ser también una celebración verdadera y genuina del Evangelio de la vida. Es una reflexión que se desarrolla de modo particular en los libros sapienciales, partiendo de la experiencia cotidiana de la precariedad de la vida y de la conciencia de las amenazas que la acechan. Cart enc. Cada vez que la libertad, queriendo emanciparse de cualquier tradición y autoridad, se cierra a las evidencias primarias de una verdad objetiva y común, fundamento de la vida personal y social, la persona acaba por asumir como única e indiscutible referencia para sus propias decisiones no ya la verdad sobre el bien o el mal, sino sólo su opinión subjetiva y mudable o, incluso, su interés egoísta y su capricho. Sin embargo, ningún hombre puede decidir arbitrariamente entre vivir o morir. « Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado » (Jr 1, 5): la existencia de cada individuo, desde su origen, está en el designio divino. » (Gn 4, 10) parece como una invitación a Caín para ir más allá de la materialidad de su gesto homicida, y comprender toda su gravedad en las motivaciones que estaban en su origen y en las consecuencias que se derivan. Sólo escuchando la palabra del Señor el hombre puede vivir con dignidad y justicia; observando la Ley de Dios el hombre puede dar frutos de vida y felicidad: « todos los que la guardan alcanzarán la vida, mas los que la abandonan morirán » (Ba 4, 1). Por esto, cuando se pierde el sentido de Dios, también el sentido del hombre queda amenazado y contaminado, como afirma lapidariamente el Concilio Vaticano II: « La criatura sin el Creador desaparece... Más aún, por el olvido de Dios la propia criatura queda oscurecida ».17 El hombre no puede ya entenderse como « misteriosamente otro » respecto a las demás criaturas terrenas; se considera como uno de tantos seres vivientes, como un organismo que, a lo sumo, ha alcanzado un estadio de perfección muy elevado. Opciones, antes consideradas unánimemente como delictivas y rechazadas por el común sentido moral, llegan a ser poco a poco socialmente respetables. La presente Encíclica, fruto de la colaboración del Episcopado de todos los Países del mundo, quiere ser pues una confirmación precisa y firme del valor de la vida humana y de su carácter inviolable, y, al mismo tiempo, una acuciante llamada a todos y a cada uno, en nombre de Dios: ¡respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana! WebNo sabemos hasta qué punto el joven del evangelio comprendió el contenido profundo y exigente de la primera respuesta dada por Jesús: «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos»; sin embargo, es cierto que la afirmación manifestada por el joven de haber respetado todas las exigencias morales de los mandamientos constituye el … Entre los signos de esperanza se da también el incremento, en muchos estratos de la opinión pública, de una nueva sensibilidad cada vez más contraria a la guerra como instrumento de solución de los conflictos entre los pueblos, y orientada cada vez más a la búsqueda de medios eficaces, pero « no violentos », para frenar la agresión armada. Como he escrito en la Carta a las Familias, « cuando de la unión conyugal de los dos nace un nuevo hombre, éste trae consigo al mundo una particular imagen y semejanza de Dios mismo: en la biología de la generación está inscrita la genealogía de la persona. ¿Cómo conciliar estas declaraciones con el rechazo del más débil, del más necesitado, del anciano y del recién concebido? Llamados a servir al hombre y al bien común, tienen el deber de tomar decisiones valientes en favor de la vida, especialmente en el campo de las disposiciones legislativas. Ga 5, 14). Centesimus annus (1 mayo 1991), 39: AAS 83 (1991), 842. Cf. past. Jn 15, 13), es el don de sí mismo en el amor a los hermanos: « Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte al vida, porque amamos a los hermanos » (1 Jn 3, 14). 51. Una atención especial merece la valoración moral de las técnicas de diagnóstico prenatal, que permiten identificar precozmente eventuales anomalías del niño por nacer. Ecum. 103. Caín se « irritó en gran manera » y su rostro se « abatió » porque el Señor « miró propicio a Abel y su oblación » (Gn 4, 4). Mc 1,10-11). « El Señor da muerte y vida, hace bajar al Seol y retornar » (1 S 2, 6). Distanciarse de ella equivale a condenarse a sí mismo a la falta de sentido y a la infelicidad, con la consecuencia de poder ser también una amenaza para la existencia de los demás, una vez rotas las barreras que garantizan el respeto y la defensa de la vida en cada situación. 65. A esta vida se llega por la observancia de los mandamientos del Señor, incluido también el mandamiento « no matarás ». Su presencia en la familia o al menos la cercanía de la misma a ellos, cuando no sea posible por la estrechez de la vivienda u otros motivos, son de importancia fundamental para crear un clima de intercambio recíproco y de comunicación enriquecedora entre las distintas generaciones. Distintos entes y organizaciones se movilizan para llevar, incluso a los países más afectados por la miseria y las enfermedades endémicas, los beneficios de la medicina más avanzada. El resultado al que se llega es dramático: si es muy grave y preocupante el fenómeno de la eliminación de tantas vidas humanas incipientes o próximas a su ocaso, no menos grave e inquietante es el hecho de que a la conciencia misma, casi oscurecida por condicionamientos tan grandes, le cueste cada vez más percibir la distinción entre el bien y el mal en lo referente al valor fundamental mismo de la vida humana. Pacem in terris (11 abril 1963 ), II: AAS 55 ( 1963 ), 273-274; la cita interna está tomada del Radiomensaje de Pentecostés 1941 (1 junio 1941 ) de Pío XII: AAS 33 ( 1941 ), 200. Esta es aún más desconcertante y hasta escandalosa, precisamente por producirse en una sociedad que hace de la afirmación y de la tutela de los derechos humanos su objetivo principal y al mismo tiempo su motivo de orgullo. WebMateo 5 – El Sermón del Monte A. Introducción al Sermón del Monte. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. La misión de Jesús, con las numerosas curaciones realizadas, manifiesta cómo Dios se preocupa también de la vida corporal del hombre. La vida se le está escapando, y muy pronto se verá privado de ella sin haber logrado percibir su verdadero significado: « ¡Necio! past. También los consultorios matrimoniales y familiares, mediante su acción específica de consulta y prevención, desarrollada a la luz de una antropología coherente con la visión cristiana de la persona, de la pareja y de la sexualidad, constituyen un servicio precioso para profundizar en el sentido del amor y de la vida y para sostener y acompañar cada familia en su misión como « santuario de la vida ». Quizás este mismo fenómeno lingüístico sea síntoma de un malestar de las conciencias. « Lo de... no matarás... y todos los demás preceptos —señala san Pablo— se resumen en esta fórmula: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" » (Rm 13, 9; cf. Dios se proclama Señor absoluto de la vida del hombre, creado a su imagen y semejanza (cf. De este modo, se traiciona la unión y la fecundidad se somete al arbitrio del hombre y de la mujer. 17. El Maestro habla de la vida eterna, es decir, de la participación en la vida misma de Dios. En efecto, solamente de Dios puede provenir aquella "imagen y semejanza", propia del ser humano, como sucedió en la creación. Cf. 44. El Evangelio de la vida las mueve a elevar los sentimientos de simple filantropía a la altura de la caridad de Cristo; a reconquistar cada día, entre fatigas y cansancios, la conciencia de la dignidad de cada hombre; a salir al encuentro de las necesidades de las personas iniciando —si es preciso— nuevos caminos allí donde más urgentes son las necesidades y más escasas las atenciones y el apoyo. Así, el hombre y la mujer unidos en matrimonio son asociados a una obra divina: mediante el acto de la procreación, se acoge el don de Dios y se abre al futuro una nueva vida. El problema se enmarca en la óptica de una justicia penal que sea cada vez más conforme con la dignidad del hombre y por tanto, en último término, con el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad. Sin embargo, frente a los intereses análogos de los otros, se ve obligado a buscar cualquier forma de compromiso, si se quiere garantizar a cada uno el máximo posible de libertad en la sociedad. Misceláneas, deber de memoria y testimonio para la posteridad sobre el pontificado de Bergoglio. Hay que eliminar las causas que favorecen los atentados contra la vida, asegurando sobre todo el apoyo debido a la familia y a la maternidad: la política familiar debe ser eje y motor de todas las políticas sociales. Mt 5, 38-48) en la radicalidad oblativa cuyo ejemplo sublime es el mismo Señor Jesús. Encerrado en el restringido horizonte de su materialidad, se reduce de este modo a « una cosa », y ya no percibe el carácter trascendente de su « existir como hombre ». 26 Exameron, VI, 75-76: CSEL 32, 260-261. Así pues, el aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Discurso durante la Vigilia de oración en la VIII Jornada Mundial de la Juventud (14 agosto 1993), II, 3: AAS 86 (1994), 419. Por otra parte, una vez excluida la referencia a Dios, no sorprende que el sentido de todas las cosas resulte profundamente deformado, y la misma naturaleza, que ya no es « mater », quede reducida a « material » disponible a todas las manipulaciones. En efecto, sólo es dueño absoluto de esta decisión el Creador, en quien « vivimos, nos movemos y existimos » (Hch 17, 28). Mt 4, 23-25), encuentran en su palabra y en sus gestos la revelación del gran valor que tiene su vida y del fundamento de sus esperanzas de salvación. Pero en muchísimos otros casos estas prácticas tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de libertad que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad. Y el Señor puso una señal a Caín para que nadie que lo encontrase le atacara. ¿Acaso estos crímenes dejarían de serlo si, en vez de haber sido cometidos por tiranos sin escrúpulo, hubieran estado legitimados por el consenso popular? ; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad » (Is 5, 20). Donum vitae, sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación (22 febrero 1987), I, 1: AAS 80 (1988), 78-79. En el misterio de este nacimiento se realiza el encuentro de Dios con el hombre y comienza el camino del Hijo de Dios sobre la tierra, camino que culminará con la entrega de su vida en la Cruz: con su muerte vencerá la muerte y será para la humanidad entera principio de vida nueva. 89. Siempre en el mismo horizonte cultural, el cuerpo ya no se considera como realidad típicamente personal, signo y lugar de las relaciones con los demás, con Dios y con el mundo. 6 Estoy profundamente agradecido a todos los Obispos que contestaron, enviándome valiosas informaciones, sugerencias y propuestas. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal » (Mt 5, 21-22). Os damos las gracias por la intrépida confianza en Dios y en su amor. Cf. Conc. La vida es siempre un bien. En particular, se debe revisar la función de los hospitales, de las clínicas y de las casas de salud: su verdadera identidad no es sólo la de estructuras en las que se atiende a los enfermos y moribundos, sino ante todo la de ambientes en los que el sufrimiento, el dolor y la muerte son considerados e interpretados en su significado humano y específicamente cristiano. 39. Ecum. En ellos la imagen divina es restaurada, renovada y llevada a perfección. En efecto, la hostilidad de las fuerzas del mal es una oposición encubierta que, antes de afectar a los discípulos de Jesús, va contra su Madre. 1 P 2, 21). María ayuda así a la Iglesia a tomar conciencia de que la vida está siempre en el centro de una gran lucha entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. » (1 Cor 15, 54-55). En las palabras que, al inicio de la vida terrena del Salvador, Simeón dirige a María está sintéticamente representado el rechazo hacia Jesús, y con El hacia María, que alcanzará su culmen en el Calvario. « Junto a la cruz de Jesús » (Jn 19, 25), María participa de la entrega que el Hijo hace de sí mismo: ofrece a Jesús, lo da, lo engendra definitivamente para nosotros. 59. La misma investigación científica sobre este punto parece preocupada casi exclusivamente por obtener productos cada vez más simples y eficaces contra la vida y, al mismo tiempo, capaces de sustraer el aborto a toda forma de control y responsabilidad social. En el contexto cultural y social actual, en que la ciencia y la medicina corren el riesgo de perder su dimensión ética original, ellos pueden estar a veces fuertemente tentados de convertirse en manipuladores de la vida o incluso en agentes de muerte. Sin embargo, es ante todo una exigencia que nace de la « fe que actúa por la caridad » (Gal 5, 6), como nos exhorta la Carta de Santiago: « ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: "Tengo fe", si no tiene obras? Jn 10, 15). Aunque una verdadera justicia internacional en la distribución de los recursos médicos está aún lejos de su plena realización, ¿cómo no reconocer en los pasos dados hasta ahora el signo de una creciente solidaridad entre los pueblos, de una apreciable sensibilidad humana y moral y de un mayor respeto por la vida? A su vez, la violación sistemática de la ley moral, especialmente en el grave campo del respeto de la vida humana y su dignidad, produce una especie de progresiva ofuscación de la capacidad de percibir la presencia vivificante y salvadora de Dios. … La conciencia moral, tanto individual como social, está hoy sometida, a causa también del fuerte influjo de muchos medios de comunicación social, a un peligro gravísimo y mortal, el de la confusión entre el bien y el mal en relación con el mismo derecho fundamental a la vida. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 68. 51. Precisamente mediante la ayuda al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado —como también al niño aún no nacido, al anciano que sufre o cercano a la muerte— tenemos la posibilidad de servir a Jesús, como El mismo dijo: « Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis » (Mt 25, 40). Se debe comenzar por la renovación de la cultura de la vida dentro de las mismas comunidades cristianas. Hb 12, 22.24): signos de esperanza y llamada al compromiso. Es petición de ayuda para seguir esperando, cuando todas las esperanzas humanas se desvanecen. WebJesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf Mt 7, 15). semanal en lengua española, 29 abril 1994, 2. El Magisterio pontificio más reciente ha reafirmado con gran vigor esta doctrina común. Las comadronas de los hebreos se opusieron al faraón, que había ordenado matar a todo recién nacido varón. « ¿Soy acaso yo el guarda de mi hermano? Ecum. Esto hace pensar espontáneamente en las tendencias actuales de ausencia de responsabilidad del hombre hacia sus semejantes, cuyos síntomas son, entre otros, la falta de solidaridad con los miembros más débiles de la sociedad —es decir, ancianos, enfermos, inmigrantes y niños— y la indiferencia que con frecuencia se observa en la relación entre los pueblos, incluso cuando están en juego valores fundamentales como la supervivencia, la libertad y la paz. Precisamente el anuncio de Jesús es anuncio de la vida. 139 La Iglesia ve este misterio realizado de modo pleno y ejemplar en María. La tradición de la Iglesia siempre lo ha rechazado como decisión gravemente mala. El deseo que brota del corazón del hombre ante el supremo encuentro con el sufrimiento y la muerte, especialmente cuando siente la tentación de caer en la desesperación y casi de abatirse en ella, es sobre todo aspiración de compañía, de solidaridad y de apoyo en la prueba. Está en juego no sólo la tierra de Canaán y la existencia del pueblo de Israel, sino el mundo de hoy y del futuro, así como la existencia de toda la humanidad. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Mirando las cosas desde este punto de vista, se puede hablar, en cierto sentido, de una guerra de los poderosos contra los débiles. En El la Ley se hace definitivamente « evangelio », buena noticia de la soberanía de Dios sobre el mundo, que reconduce toda la existencia a sus raíces y a sus perspectivas originarias. » (Gn 4, 9). También el libro del Eclesiástico reconoce que Dios al crear a los hombres « los revistió de una fuerza como la suya, y los hizo a su imagen » (17, 3). Jesús, que reconcilió en sí cada cosa y ha redimido al hombre del pecado, no sólo volvió a llevar el matrimonio y la familia a su forma original, sino que también elevó el matrimonio a signo sacramental de … Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces. Por otra parte, « la legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otro, del bien común de la familia o de la sociedad ».44 Por desgracia sucede que la necesidad de evitar que el agresor cause daño conlleva a veces su eliminación. Al afirmar que los esposos, en cuanto padres, son colaboradores de Dios Creador en la concepción y generación de un nuevo ser humano, no nos referimos sólo al aspecto biológico; queremos subrayar más bien que en la paternidad y maternidad humanas Dios mismo está presente de un modo diverso de como lo está en cualquier otra generación "sobre la tierra". WebJesús no vacila en sacrificarse a sí mismo y, libremente, hace de su vida una ofrenda al Padre (cf. 47. Is 46, 3; Jb 10, 8-12; Sal 22/21, 10-11). Además, en este mismo horizonte se da la aversión cada vez más difundida en la opinión pública a la pena de muerte, incluso como instrumento de « legítima defensa » social, al considerar las posibilidades con las que cuenta una sociedad moderna para reprimir eficazmente el crimen de modo que, neutralizando a quien lo ha cometido, no se le prive definitivamente de la posibilidad de redimirse. dogm. 19. Sal 119 118), que nace y crece siendo conscientes de que los preceptos del Señor son un don gratuito confiado al hombre siempre y sólo para su bien, para la tutela de su dignidad personal y para la consecución de su felicidad. Como he escrito en mi Carta a las Familias, « nos encontramos ante una enorme amenaza contra la vida: no sólo la de cada individuo, sino también la de toda la civilización ».56 Estamos ante lo que puede definirse como una « estructura de pecado » contra la vida humana aún no nacida. Const. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Por esto, nuestra acción de « pueblo de la vida y para la vida » debe ser interpretada de modo justo y acogida con simpatía. El compromiso al servicio de la vida obliga a todos y cada uno. La Iglesia está agradecida a quienes con sacrificio personal y dedicación con frecuencia ignorada trabajan en la investigación y difusión de estos métodos, promoviendo al mismo tiempo una educación en los valores morales que su uso supone. Al anunciar este Evangelio, no debemos temer la hostilidad y la impopularidad, rechazando todo compromiso y ambigüedad que nos conformaría a la mentalidad de este mundo (cf. 6. ».58, Por lo demás, está en juego algo tan importante que, desde el punto de vista de la obligación moral, bastaría la sola probabilidad de encontrarse ante una persona para justificar la más rotunda prohibición de cualquier intervención destinada a eliminar un embrión humano. Por la fe en Jesús, « autor de la vida » (cf. Discurso a los participantes en el Convenio de estudio sobre «El derecho a la vida y Europa» (18 diciembre 1987): Insegnamenti X, 3 (1987), 1446-1447. Humani generis (12 agosto 1950): AAS 42 (1950), 574. El niño saltó de gozo y la madre fue llena del Espíritu Santo, pero no fue enriquecida la madre antes que el hijo, sino que, después que fue repleto el hijo, quedó también colmada la madre ».36, « ¡Tengo fe, aún cuando digo: "Muy desdichado soy"! Más aún, esta celebración, con la fuerza evocadora de sus gestos, símbolos y ritos, debe convertirse en lugar precioso y significativo para transmitir la belleza y grandeza de este Evangelio. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? En el cambio cultural en favor de la vida las mujeres tienen un campo de pensamiento y de acción singular y sin duda determinante: les corresponde ser promotoras de un « nuevo feminismo » que, sin caer en la tentación de seguir modelos « machistas », sepa reconocer y expresar el verdadero espíritu femenino en todas las manifestaciones de la convivencia ciudadana, trabajando por la superación de toda forma de discriminación, de violencia y de explotación. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 51. Describe cómo Dios envía las diez plagas de Egipto para que el Faraón libere a los israelitas. Todo demuestra que, desde el principio, su naturaleza está marcada por la realeza... También el hombre es rey. En estas situaciones, cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia « renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares ».77 Ciertamente existe la obligación moral de curarse y hacerse curar, pero esta obligación se debe valorar según las situaciones concretas; es decir, hay que examinar si los medios terapéuticos a disposición son objetivamente proporcionados a las perspectivas de mejoría. WebJesús no vacila en sacrificarse a sí mismo y, libremente, hace de su vida una ofrenda al Padre (cf. WebFrancisco (en latín, Franciscus PP. Lo podrán hacer si saben estar atentos a cada sufrimiento que encuentren a su alrededor y, principalmente, si saben desarrollar actitudes de cercanía, asistencia y participación hacia los enfermos y ancianos dentro del ámbito familiar. En semejante contexto es cada vez más fuerte la tentación de la eutanasia, esto es, adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipado y poniendo así fin « dulcemente » a la propia vida o a la de otros. Didaché, I, 1; II, 1-2; V, 1 y 3: Patres Apostolici, ed. Los 10 mandamientos cristianos también se conocen como "Decálogo" y, tal y como su propio nombre indica, se trata de una serie de "mandamientos", es decir, formas de conducta que se defienden en la religión cristiana.Dentro del judaísmo y del cristianismo estos mandamientos tienen una importancia crucial, ya que incluyen … Por tanto, a la luz y con la fuerza de esta fe, y ante los desafíos de la situación actual, la Iglesia toma más viva conciencia de la gracia y de la responsabilidad que recibe de su Señor para anunciar, celebrar y servir al Evangelio de la vida. Sal 128 127, 3-4). 48. Una cierta participación del hombre en la soberanía de Dios se manifiesta también en la responsabilidad específica que le es confiada en relación con la vida propiamente humana. Jesús se prepara para enseñarle a Sus discípulosViendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Cf. La semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreductible a la sola materia, se rebela contra la muerte ».86. ), de nombre secular Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires, 17 de diciembre de 1936), es el 266.º y actual papa de la Iglesia católica.Como tal, es el jefe de Estado y el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano.Tras la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, fue elegido el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación … Flp 2, 8), aceptando encontrarla en la « hora » querida y escogida por El (cf. Ex 21, 12-27). Sólo la aparición de la mujer, es decir, de un ser que es hueso de sus huesos y carne de su carne (cf. Las opciones contra la vida proceden, a veces, de situaciones difíciles o incluso dramáticas de profundo sufrimiento, soledad, falta total de perspectivas económicas, depresión y angustia por el futuro. Por esto María, « como la Iglesia de la que es figura, es madre de todos los que renacen a la vida. La llamada « calidad de vida » se interpreta principal o exclusivamente como eficiencia económica, consumismo desordenado, belleza y goce de la vida física, olvidando las dimensiones más profundas —relacionales, espirituales y religiosas— de la existencia. 25. Fue Tomás el … Ante las innumerables y graves amenazas contra la vida en el mundo contemporáneo, podríamos sentirnos como abrumados por una sensación de impotencia insuperable: ¡el bien nunca podrá tener la fuerza suficiente para vencer el mal! Hoy nosotros nos encontramos también en medio de una lucha dramática entre la « cultura de la muerte » y la « cultura de la vida ». Hoy, sin embargo, la percepción de su gravedad se ha ido debilitando progresivamente en la conciencia de muchos. En esta perspectiva, es necesario poner de relieve que no basta con eliminar las leyes inicuas. Cf. El Señor dijo a Caín: "¿Dónde está tu hermano Abel?". WebAhora bien, Jesús le presenta la "moral formulada", es decir, para llegar a la meta es necesario seguir el camino de los mandamientos. ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Lc 4, 18; Is 61, 1). El relato yahvista de la creación expresa también la misma convicción. El hombre participa de la misma vida de Dios. Su profesión les exige ser custodios y servidores de la vida humana. Por eso, nos sentimos interpelados y juzgados por las palabras siempre actuales de san Juan Crisóstomo: « ¿Queréis de verdad honrar el cuerpo de Cristo? ¡Que lleguen a todas las personas de buena voluntad, interesadas por el bien de cada hombre y mujer y por el destino de toda la sociedad! Esta primera muerte es presentada con una singular elocuencia en una página emblemática del libro del Génesis. Por tanto, es necesario promover iniciativas sociales y legislativas capaces de garantizar condiciones de auténtica libertad en la decisión sobre la paternidad y la maternidad; además, es necesario replantear las políticas laborales, urbanísticas, de vivienda y de servicios para que se puedan conciliar entre sí los horarios de trabajo y los de la familia, y sea efectivamente posible la atención a los niños y a los ancianos. 74. El servicio al Evangelio de la vida es, pues, vasto y complejo. Hay un aspecto aún más profundo que acentuar: la libertad reniega de sí misma, se autodestruye y se dispone a la eliminación del otro cuando no reconoce ni respeta su vínculo constitutivo con la verdad. 88. En realidad, precisamente el valor y la serenidad con que tantos hermanos nuestros, afectados por graves formas de minusvalidez, viven su existencia cuando son aceptados y amados por nosotros, constituyen un testimonio particularmente eficaz de los auténticos valores que caracterizan la vida y que la hacen, incluso en condiciones difíciles, preciosa para sí y para los demás. En este contexto, rico en humanidad y amor, es donde surgen también los gestos heroicos. También se debe señalar aquella lógica que tiende a identificar la dignidad personal con la capacidad de comunicación verbal y explícita y, en todo caso, experimentable. En El « la vida se manifestó » (1 Jn 1, 2); más aún, él mismo es « la vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó » (ivi). Pero es sobre todo palpable la certeza de que la vida transmitida por los padres tiene su origen en Dios, como atestiguan tantas páginas bíblicas que con respeto y amor hablan de la concepción, de la formación de la vida en el seno materno, del nacimiento y del estrecho vínculo que hay entre el momento inicial de la existencia y la acción del Dios Creador. 140. En realidad, sólo delante del Señor el hombre puede reconocer su pecado y percibir toda su gravedad. En el Antiguo Testamento la esterilidad es temida como una maldición, mientras que la prole numerosa es considerada como una bendición: « La herencia del Señor son los hijos, recompensa el fruto de las entrañas » (Sal 127 126, 3; cf. Es el caso de los experimentos con embriones, en creciente expansión en el campo de la investigación biomédica y legalmente admitida por algunos Estados. Esto se lleva a cabo mediante la obediencia a su santa Ley: una obediencia libre y gozosa (cf. Es la misma identidad manifestada a Marta, la hermana de Lázaro: « Yo soy la resurrección y la vida. En este peregrinar en medio de las contradicciones y en la misma pérdida de la vida, Jesús es guiado por la certeza de que está en las manos del Padre. El proyecto de vida confiado al primer Adán encuentra finalmente su cumplimiento en Cristo. Const. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios » (Mt 10, 7-8; cf. Gn 1, 26-27; Sal 8, 6). La misión de los profesores y de los educadores es, junto con la de las familias, particularmente importante. En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Hemos sido redimidos por el « autor de la vida » (Hch 3, 15) a precio de su preciosa sangre (cf. En Jesús de Nazaret se cumple la Ley y se da un corazón nuevo mediante su Espíritu. Is 49, 15; 66, 12-13; Os 11, 4). Lucas» (12 noviembre 1944): Discorsi e radiomessaggi, VI, (1944-1945),191; cf, Discurso a la Unión Católica Italiana de Comadronas (29 octubre 1951), 2: AAS 43 (1951), 838. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 10: AAS 71 ( 1979), 275. 4b, Tipografía Políglota Vaticana, 1983. En efecto, no es posible construir el bien común sin reconocer y tutelar el derecho a la vida, sobre el que se fundamentan y desarrollan todos los demás derechos inalienables del ser humano. Este es el designio de Dios sobre los seres humanos: que « reproduzcan la imagen de su Hijo » (Rm 8, 29). Conc. Tenía Adán ciento treinta años cuando engendró un hijo a su semejanza, según su imagen, a quien puso por nombre Set » (Gn 5, 1-3). Si hoy se percibe un consenso casi universal sobre el valor de la democracia, esto se considera un positivo « signo de los tiempos », como también el Magisterio de la Iglesia ha puesto de relieve varias veces. II, Const. Se trata, por tanto, de un derecho esencial que, como tal, debería estar previsto y protegido por la misma ley civil. 93, a. 52. Conc. Aunque de la fe recibe luz y fuerza extraordinarias, pertenece a toda conciencia humana que aspira a la verdad y está atenta y preocupada por la suerte de la humanidad. En efecto, por la complejidad de estas técnicas, esta valoración debe hacerse muy cuidadosa y articuladamente. Del mismo modo se comportan hoy no pocos poderosos de la tierra. Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató. En el otro extremo de la existencia, el hombre se encuentra ante el misterio de la muerte. Sal 139 138, 14). Redemptor hominis (4 marzo 1979), 10: AAS 71 ( 1979), 274. Es justamente aquí donde se manifiesta el misterio paradójico de la justicia misericordiosa de Dios, como escribió san Ambrosio: « Porque se había cometido un fratricidio, esto es, el más grande de los crímenes, en el momento mismo en que se introdujo el pecado, se debió desplegar la ley de la misericordia divina; ya que, si el castigo hubiera golpeado inmediatamente al culpable, no sucedería que los hombres, al castigar, usen cierta tolerancia o suavidad, sino que entregarían inmediatamente al castigo a los culpables. « Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos » (Mt 19, 17): Evangelio y mandamiento. En efecto, si muchos y graves aspectos de la actual problemática social pueden explicar en cierto modo el clima de extendida incertidumbre moral y atenuar a veces en las personas la responsabilidad objetiva, no es menos cierto que estamos frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera « cultura de muerte ». 84. La Iglesia, escrutando asiduamente el misterio de la Redención, descubre con renovado asombro este valor 3 y se siente llamada a anunciar a los hombres de todos los tiempos este « evangelio », fuente de esperanza inquebrantable y de verdadera alegría para cada época de la historia. Entonces dijo Caín al Señor: "Mi culpa es demasiado grande para soportarla. El respeto absoluto de toda vida humana inocente exige tambiénejercer la objeción de conciencia ante el aborto procurado y la eutanasia. La exaltación de la fecundidad y la espera diligente de la vida resuenan en las palabras con las que Isabel se alegra por su embarazo: « El Señor... se dignó quitar mi oprobio entre los hombres » (Lc 1, 25). El sentido más profundo y original de esta meditación del mensaje revelado sobre la vida humana ha sido expuesto por el apóstol Juan, al comienzo de su Primera Carta: « Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida —pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó— lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros » (1, 1-3). El primer paso fundamental para realizar este cambio cultural consiste en la formación de la conciencia moral sobre el valor inconmensurable e inviolable de toda vida humana. A este propósito resuena categórico el reproche del Profeta: « ¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal! El « hacer morir » nunca puede considerarse un tratamiento médico, ni siquiera cuando la intención fuera sólo la de secundar una petición del paciente: es más bien la negación de la profesión sanitaria que debe ser un apasionado y tenaz « sí » a la vida. En este sentido, el aborto va más allá de la responsabilidad de las personas concretas y del daño que se les provoca, asumiendo una dimensión fuertemente social: es una herida gravísima causada a la sociedad y a su cultura por quienes deberían ser sus constructores y defensores. Bergoglio y la Pachamama en el Vaticano, octubre de 2019. Es el mismo Cristo quien nos lo recuerda, pidiendo ser amado y servido en los hermanos probados por cualquier tipo de sufrimiento: hambrientos, sedientos, forasteros, desnudos, enfermos, encarcelados... Todo lo que se hace a uno de ellos se hace a Cristo mismo (cf. past. Gn 2, 16-17), muestra claramente que, ante la naturaleza visible, estamos sometidos a las leyes no sólo biológicas sino también morales, cuya transgresión no queda impune ».29, 43. 83 Aunque determinados condicionamientos psicológicos, culturales y sociales puedan llevar a realizar un gesto que contradice tan radicalmente la inclinación innata de cada uno a la vida, atenuando o anulando la responsabilidad subjetiva, el suicidio, bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral, porque comporta el rechazo del amor a sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo, para con las distintas comunidades de las que se forma parte y para la sociedad en general. También son responsables los médicos y el personal sanitario cuando ponen al servicio de la muerte la competencia adquirida para promover la vida. Sí, cada hombre es « guarda de su hermano », porque Dios confía el hombre al hombre. 95, a. Ciertamente no lo pensó así la madre de los siete hermanos, que profesó su fe en Dios, principio y garantía de la vida desde su concepción, y al mismo tiempo fundamento de la esperanza en la nueva vida más allá de la muerte: « Yo no sé cómo aparecisteis en mis entrañas, ni fui yo quien os regaló el espíritu y la vida, ni tampoco organicé yo los elementos de cada uno. El hombre, acogiendo el don de Dios, debe comprometerse a mantener la vida en esta verdad, que le es esencial. No raramente la mujer está sometida a presiones tan fuertes que se siente psicológicamente obligada a ceder al aborto: no hay duda de que en este caso la responsabilidad moral afecta particularmente a quienes directa o indirectamente la han forzado a abortar. Se propone así la eliminación de los recién nacidos malformados, de los minusválidos graves, de los impedidos, de los ancianos, sobre todo si no son autosuficientes, y de los enfermos terminales. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre el aborto procurado (18 noviembre 1974), 12-13: AAS 66 (1974), 738. Replicó el Señor: "¿Qué has hecho? Partiendo precisamente de un amor profundo por cada hombre y mujer, se ha desarrollado a lo largo de los siglos una extraordinaria historia de caridad, que ha introducido en la vida eclesial y civil numerosas estructuras de servicio a la vida, que suscitan la admiración de todo observador sin prejuicios. 71. La historia de Israel muestra lo difícil que es mantener la fidelidad a la ley de la vida, que Dios ha inscrito en el corazón de los hombres y ha entregado en el Sinaí al pueblo de la Alianza. WebMateo 5 – El Sermón del Monte A. Introducción al Sermón del Monte. De esto se sigue que, cuando una ley civil legitima el aborto o la eutanasia deja de ser, por ello mismo, una verdadera ley civil moralmente vinculante. Jn 19, 34), « habla mejor que la de Abel »; en efecto, expresa y exige una « justicia » más profunda, pero sobre todo implora misericordia, 19 se hace ante el Padre intercesora por los hermanos (cf. El texto bíblico no dice el motivo por el que Dios prefirió el sacrificio de Abel al de Caín; sin embargo, indica con claridad que, aun prefiriendo la oblación de Abel, no interrumpió su diálogo con Caín. Jn 19, 37; 12, 32). 139. La pregunta del Señor « ¿Qué has hecho? 118. Los Profetas señalan con el dedo acusador a quienes desprecian la vida y violan los derechos de las personas: « Pisan contra el polvo de la tierra la cabeza de los débiles » (Am 2, 7); « Han llenado este lugar de sangre de inocentes » (Jr 19, 4). 28. 36. Los creó varón y hembra, los bendijo, y los llamó "Hombre" en el día de su creación. 13. Lo ha recibido como don de Jesús, enviado del Padre « para anunciar a los pobres la Buena Nueva » (Lc 4, 18). 1398; cf. 7. WebNo sabemos hasta qué punto el joven del evangelio comprendió el contenido profundo y exigente de la primera respuesta dada por Jesús: «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos»; sin embargo, es cierto que la afirmación manifestada por el joven de haber respetado todas las exigencias morales de los mandamientos constituye el … Lc 23, 48) podremos descubrir en este árbol glorioso el cumplimiento y la plena revelación de todo el Evangelio de la vida. 100. En este sentido podemos comprender la plenitud de la verdad contenida en el pasaje del libro del Deuteronomio, citado por Jesús en su respuesta a la primera tentación: « No sólo de pan vive el hombre, sino... de todo lo que sale de la boca del Señor » (8, 3; cf. En efecto, El es « la Palabra de vida » (1 Jn 1, 1). De este modo, la vida del más débil queda en manos del más fuerte; se pierde el sentido de la justicia en la sociedad y se mina en su misma raíz la confianza recíproca, fundamento de toda relación auténtica entre las personas. Cf. Por tanto, no sorprende que la Alianza de Dios con su pueblo esté tan fuertemente ligada a la perspectiva de la vida, incluso en su dimensión corpórea. El verdadero amor paterno y materno va más allá de los vínculos de carne y sangre acogiendo incluso a niños de otras familias, ofreciéndoles todo lo necesario para su vida y pleno desarrollo. 2. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Así, las leyes que, como el aborto y la eutanasia, legitiman la eliminación directa de seres humanos inocentes están en total e insuperable contradicción con el derecho inviolable a la vida inherente a todos los hombres, y niegan, por tanto, la igualdad de todos ante la ley. La medicina, impulsada con gran dedicación por investigadores y profesionales, persiste en su empeño por encontrar remedios cada vez más eficaces: resultados que hace un tiempo eran del todo impensables y capaces de abrir prometedoras perspectivas se obtienen hoy para la vida naciente, para las personas que sufren y los enfermos en fase aguda o terminal. En efecto, en la Iglesia la pena de excomunión tiene como fin hacer plenamente conscientes de la gravedad de un cierto pecado y favorecer, por tanto, una adecuada conversión y penitencia. Y cita, como primero, el « no matarás » (v. 18). En el caso pues de una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, « ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto ».98. 7; S. Alfonso de Ligorio, Theologia moralis, I. III, tr. Sin embargo, la misión comunitaria no elimina ni disminuye la responsabilidad de cada persona, a la cual se dirige el mandato del Señor de « hacerse prójimo » de cada hombre: « Vete y haz tú lo mismo » (Lc 10, 37).

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